Amando razonablemente, si se entiende el amor

Jairo Yate Ramírez

°°° « El escriba replicó: - «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amado con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» °°° Marcos 12, 28b – 34).  

La Biblia enseña que el amor, es lo que identifica y ubica a un ser humano.  Esa utopía se convierte en una realidad cuando logramos darle un principio: La fe y la vida cristiana. Crees en Dios y respaldas ese amor en tu relación con los demás. Ahora, del amor a Dios brotan todas las cosas bellas y agradables que hombres y mujeres podamos expresarle a los demás. 

De un auténtico amor a Dios, nace el perdón, la comprensión, la fidelidad, la entrega, la perseverancia, el sacrificio, la lucha, la perfección, la santidad de vida. Quien se dedica a amar, cumple su objetivo en la tierra. 

Si se quisiera buscar un navegante perfecto para lograr un excelente ambiente de vida con Dios y con todos aquellos que nos rodean, tendríamos que decidirnos por el amor. Los mandamientos propuestos por Dios, guardan el orden y permiten el progreso de la sociedad, porque centran su atención en el amor. (Cfr. Deuteronomio 6, 4-5). Alguien dijo, que el amor, es aprender a caminar juntos en la misma dirección: tenía toda la razón.

La lógica de Dios tiene una presentación insuperable: Tendrás que amar a Dios en primer lugar, para que puedas entender y amar a los demás. Terminarás elevando tu autoestima, porque llegarás a la conclusión de que es necesario, amarse así mismo. 

Lo primero es lo primero, quien no está interesado en amar a Dios y hacer su voluntad, jamás podrá comprender qué significación infinita tiene el amor como la tarea de hacer siempre el bien a los demás.  “El corazón tiene razones que la razón no le logra entender”. (Blaise Pascal).  Las cosas del corazón no funcionan mientras no cuenten con la ayuda de la espiritualidad y la Gracia divina, mientras la mente no esté en concordancia con lo que se siente.

Augusto Cury, médico psiquiatra, hablando de Jesucristo como el Maestro del amor, expresó la siguiente enseñanza: “El maestro del amor le enseñó a la humanidad el arte principal de la inteligencia y el más difícil de aprender; el arte de amar. Para aprenderlo es necesario cultivar la comprensión de lo bello, la tolerancia, la capacidad de perdonar y la paciencia.” El Papa Francisco recuerda que el amor a Dios y a los demás resume toda la ley divina.  Cuida tu salud: Solo amando razonablemente, se puede entender el amor. 

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