Pensar en el fin de la vida es propio de los sabios

Jairo Yate Ramírez

°°° Permanezcan en vela, pidiendo a Dios en todo momento la Gracia de salir sanos y salvos de todo esto que va a suceder y de presentarse con confianza ante el Hijo del Hombre °°° Lucas 21, 25-28. 34-36. 

« Permanecer en vela, estando atentos a las circunstancias de la vida, viviendo exactamente como le agrada a Dios; es la propuesta es del Salvador del mundo. Su lenguaje es apocalíptico. Expresión propia de los que se acogen a la fe, de los pobres, de los humildes, de los perseguidos, de aquellos que esperan con paciencia y atino la segunda venida del Señor; algo así como darle paso a un nuevo mundo, tal como lo profetizó Isaías: “Porque yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva, y no se volverá a recordar el pasado, ni vendrá siquiera a las mentes” (Isaías 65, 17). Aprendemos a vivir en este mundo dejándonos conducir de la mano de Dios.Hay que comprender y vivir el sentido del tiempo con un espíritu cristiano.  El tiempo y la historia tienen su razón de ser. El tiempo no pasa en vano, la historia no se detiene; se aprende de la historia, se aprovecha al máximo el tiempo, para que cuando llegue ese día tan anunciado del Señor, no tengamos la tristeza y la nostalgia de no tener nada que ofrecerle a Dios; al contrario, la angustia y la desesperación de que ya no hay tiempo para volver atrás. 

La cláusula del apóstol san Pablo es: “Que el Señor los colme y los haga rebosar de amor unos con otros” (1 Tesalonicenses 3,12). 

El Mesías viene con una misión específica, la liberación del pueblo. Su mensaje es un llamado a la esperanza, el mundo no permanece igual, el tiempo es diferente, el Misterio de Jesús cambia el rumbo de la historia. 

La meta es lograr vivir en este mundo, según el espíritu aprendido de la misma Palabra de Dios. (Cfr. 1 Tesalonicenses. 4,1). Pensar en ese momento, el cual no sabemos el día ni la hora, se detiene en el presente a través de las virtudes cristianas: Fe, esperanza y caridad. Jesucristo nos recomienda vivir en el tiempo con una conciencia crítica: “Tengan cuidado, no se dejen aturdir, por el desenfreno, la embriaguez y las preocupaciones” (Lucas 21, 34). El Papa Francisco recomienda la virtud de la prudencia, ella, con un buen examen de conciencia nos ayuda a pensar en el final del tiempo, tal como la haría alguien que aprende a ser sabio en sus cosas: “Es prudente pensar en el final, °°° nadie tiene una vida asegurada °°°

Lo que sí es seguro es que todos tendremos un final”. Cuida tu salud: Pensar en el fin de la vida, es propio de los sabios. 

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