Una comunidad de vida y amor se convierte en familia

Jairo Yate Ramírez

°°° “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.” (Lucas 2, 22. 39-40).

La familia de Nazaret es la mejor escuela para entender cómo funciona un hogar, bajo la gracia de Dios. ¿Cómo se organiza?, ¿Cómo sus miembros viven su propia realidad en la armonía del amor, del entendimiento, de la comprensión, de la tarea que se le ha encomendado a cada persona?

El apóstol san Pablo, recomienda a los fieles de Colosa, las reglas para vivir en comunidad, en familia: “revístanse de sentimientos de compasión, de benevolencia, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, hagan ustedes lo mismo con los demás y por encima de todo esto, revístanse del amor, que crea la unidad perfecta.” (Colosenses 3,12-14).

El niño Jesús, es un excelente y perfecto modelo de un hijo: Se distingue por su obediencia, por el amor a sus padres, actúa de manera autónoma pero no por desobediencia e irresponsabilidad de adolescente, sino por fidelidad a su conciencia de Hijo de Dios. San José, logra el modelo ideal del esposo y del padre. Es una persona justa, escucha y obedece la Palabra de Dios, persevera en su responsabilidad de padre: “San José °°° hizo como el ángel del Señor, le había mandado, y tomó consigo a su mujer” (Mateo 1,24).

La Santísima virgen María, prototipo de mujer creyente, fiel, asume su misión con el estandarte de hacer la voluntad de Dios. Educa a su hijo, según la ley de Dios. Es la mujer de la oración, del silencio, de aquella que sabe guardar todas sus cosas en el corazón.

El Papa Francisco piensa que la fuerza de la familia, reside esencialmente en su capacidad de amar y enseñar a amar. °°° por muy herida que pueda estar una familia, esta puede crecer y ser una gran familia, gracias al amor. (Amoris Laetitia, 53).

La vida familiar debe tener como fundamento el amor; pues el amor es vínculo de perfección. Muchos ideales que nos proponemos inician en el amor, necesitan del amor, se sostienen con el amor, y abren perspectivas desde el amor. Sin el amor se pierde la armonía entre hombres y mujeres, entre padres e hijos. Sin amor, se cometen tantas injusticias y se lastima profundamente el alma de los demás. El amor define la calidad de vida de cada persona. Cuida tu salud: “El amor en familia, funciona más en las obras, que en las palabras”.

Arquidiócesis de Ibagué

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