Proyecto de vida para un cristiano

Jairo Yate Ramírez

°°° « Dichosos los pobres, porque el Reino de Dios es para ustedes. Dichosos los que ahora pasan hambre, porque tendrán alimento en abundancia. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Dichosos cuando los hombres los odien, los excluyan de su compañía y los insulten, y aun rechacen su nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de júbilo.” °°° Lucas 6, 17. 20-26.

Jesús nos presenta un nuevo estilo de vida, inspirado en el amor, la paz, la justicia, el servicio, el perdón. Es lo que llamamos el Reinado de Dios, expresado por Jesucristo en las Bienaventuranzas. Consiste en establecer un “mundo nuevo, un nuevo estado de cosas, una nueva manera de ser, de vivir juntos, que inaugura el Evangelio”. (San Pablo VI, anuncio del Evangelio 23). Ese reinado de Dios es el proyecto de vida para un cristiano.

Jesús nos propone un sistema de pensamiento con base en premisas, las cuales no dan lugar a la equivocación. Es aprender a convivir con los demás y lograr hacer lo que tanto nos cuesta: la voluntad de Dios. Nadie puede negar que sus mayores deseos sean la felicidad, la paz, la tranquilidad, el bienestar social. Me pregunto, por qué habrá tanta dificultad para alcanzar esa dichosa felicidad; por qué muchas personas dicen que no hay nada perfecto en este mundo; no hay felicidad plena, siempre aparece algo que aniquila el proyecto de vida. El punto está en convencer a una persona en hacer lo que debe hacer: (Age quod Agis), “su voluntad”.

El mundo necesita personas: serenas, tranquilas, respetuosas del pensamiento de los demás. Personas que deseen una sociedad justa, igualitaria, fraterna. Personas transparentes, sinceras, que no obren con segunda intención, ni acepten el soborno, el chantaje o la corrupción.

El Santo Padre Francisco en su homilía del 21 de enero 2019, recomendaba las bienaventuranzas como un estilo de vida muy propio del creyente, de aquella persona que verdaderamente cree y ama a Jesucristo: “Si quieres saber cómo es el estilo cristiano, para no caer en ese estilo acusatorio, en el estilo mundano y en el estilo egoísta, lee las Bienaventuranzas”. “No es bienaventurado, quien agrede o somete a otra persona. Cuida tu salud: Quien vive como un bienaventurado, purifica el mundo. 

Arquidiócesis de Ibagué

Comentarios