Nuevo código de comportamiento social

Jairo Yate Ramírez

« A ustedes que me escuchan, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian; bendigan a los que los maldicen, oren por los que los injurian. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra, y si alguien te quita la capa, déjale también la túnica”. Lucas 6, 27-38.

Amar a los enemigos, hacer el bien, prestar sin exigir; son los distintivos de un auténtico cristiano. Es el nuevo código de comportamiento social que Jesús, el Maestro nos enseña. Si quisiéramos quedarnos con dos valores que verdaderamente acompañen y regulen nuestra conciencia social, sería “La Tolerancia y la generosidad”.

Son los valores a conseguir a través de un proceso de comportamiento basado en el sacrificio, la esperanza y la fe de alguien que quiera servirle a Dios. Que esté dispuesto a caminar de la mano de Dios y ayudar a este mundo actual a volver por los canales de la hermandad, el perdón, el bien, la verdad, etc.

Hay que perdonar, para ser perdonados; hay que entender, para ser entendidos; hay que orar para que Dios con su infinita misericordia no permita que nos salgamos de nuestros cabales. Hay que colocar al enemigo no contra la pared sino en la patena de la consagración. Jesucristo es el mejor ejemplo de comportamiento social: La regla de oro es imitar a Dios. Una persona se construye y se dignifica con una nueva experiencia de Dios.

Por ejemplo: El Hijo de Dios expone la verdad y lo hace con respeto ante Anás y Caifás: La respuesta humana, sin espíritu de Dios, es el guardia que abofetea a Jesús y Anás lo envía, atado ante el sumo sacerdote Caifás. (cf. Juan 18, 19-24). Bien lo anuncia la misma escritura: “El corazón humano piensa muy mal desde la niñez” (Génesis 8,21).

Amar y perdonar son las cláusulas del Reino de Dios. El amor no puede depender de lo que recibimos de los demás. El verdadero amor desea el bien del otro; independiente de lo que el otro haga por mí: “Sean compasivos, como el Padre Celestial es compasivo.”. (Lucas 6,36). El Papa Francisco afirma que: no hay mérito en amar a quien nos ama, porque eso también lo hacen los pecadores. Los cristianos, sin embargo, estamos llamados a amar a nuestros enemigos.

Hacer el bien y prestad sin esperar nada a cambio, sin intereses y la recompensa será grande. Cuida tu salud: Cuando la manera de tratar a los demás es mezquina, no podemos esperar nada a cambio. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué. 

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