Lo digo porque las propuestas no son nada atractivas, ya que mi hijo mayor me consiguió un apartamento en la 45 con 30 en Bogotá, en frente de la “Nacho”; y la de la mitad, me propuso abrir una boutique en la avenida Chile con 11, aledaña a la “Piedragógica”. Les dije que preferiría irme a vivir a Medellín, enfrente a la U de A.

Lo que me ha impulsado a considerar las propuestas es el hecho de que se ha abierto un nuevo frente de batalla por el lado de Casa Club, pues los discípulos de “Cotolramos” la han emprendido contra sus rivales en el negocio de busetas y utilizan piedra, hacen sancochos comunales, echan discursos y hasta “Gustachuelas” riegan en las calles.

¿Qué hago? ¿Les hago caso a mis hijos? ¿Busco un sitio más apacible? ¿Me quedo y expongo mi vida? ¿Invierto en un almacén de vidrios, pintura y ventanas?

Carmen Alicia Florecita Maruja Bonilla París Huertas Ossorio.

Querida coterránea:

Lamento que tu apacible rincón se encuentre sitiado. Te iba a ofrecer una casa en la Castillana, pero vinieron las barras bravas de Medellín, Santa Fe, Millonarios y Nacional y acabaron con lo poco que quedaba. No se te ocurra ubicarte por el lado del coliseo cubierto, pues cuando vienen los circos, los levantan a piedra los protectores de animales.

Te iba a recomendar la cálida Purificación, pero ya está a punto de convertirse en un Puerto Gaitán. Y considera vetada la vecindad del INEM y de San Simón, pues unos y otros periódicamente tienen encuentros “piedragógicos”.

Quedan algunos sitios tranquilos y poco habitados, aunque a medio construir, la escombrera de Ángela Stella, el Panóptico de Garzón Chica y Osorio, el seminario y el helipuerto de “Chirivico”. Quien quita que se consigan gangas.

Tuya
Casandra Arias Rocha Bonilla Hernández Vila Fajardo Rodríguez