El Oráculo de Casandra

Kerida Kasandra:

Nuebamente devo recurrir a tu savio concejo, pues en esta ocación e cido criticada por aver promobido un consierto en la mucical para conmemorar los 461 años de esta apasible siudad. Aorré más de año y medio para que el hebento tuviera un gran calado; tanto que terminaré destrullendo la grama del estadio.

Para el porgrezo de mis conciudadanos logré reunir a lo más granado de mi universo cultural. No me faltaron sino Darío Gómez y Giovanny Ayala, pero traje al gordito Maelo, a Peter Manjarrés y a las nacientes estrellas golpe a golpe que vinieron con las gafas que le regaló José Feliciano. El billete no me alcanzó para atraer a Pierre García y a Suso el Paspi, pero lo compensé con Angell y Lady.

¿Cree usted que me merezco las críticas de los envidiosos y puristas del idioma o que el dinero habría podido tener mejor uso?

Hangela Biviana Gómez

Apreciada gestora cultural:

Siempre que se trae a cuento el uso de los recursos de la región, se recuerda la anécdota de los alacranes y la no comprobada incidencia en la mortalidad de la envidia.

Déjalos que ladren y que mujan y como pronto vas a quedar cesante, te mando el libro de ortografía de Marroquín, no de Édgar, Pablo y Milton, sino del filólogo bogotano, para que jamás vuelvas a hacer una agenda pagada con recursos municipales en donde escribas Darío Echandía.

Tuya
Casandra Caro Cuervo Suárez Sabogal   

Credito
CASANDRA YATE TIMOTÉ

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