El Oráculo de Casandra

Doctora corazón de las redes sociales:
Acudo a su espacio y cibernético reino para comentar con mis amigas del “face” sobre los últimos acontecimientos sociales y políticos, que no sociopolíticos,

para contarles que siguiendo los ejemplos de los compañeros de patio, nuestro común amigo ha de gozar de 72 horas de libertad, como Juan Carlos Martínez, para visitar a su nueva conquista y, como Alberto, alcanzar a Enrique VIII en los anales del Guinness Récord.

En esta ocasión abandona el sofisticado mundo del turismo internacional y se va a las tablas a recordar sus temporadas costeñas y sus preferencias por el vallenato como cuando celebraba en Ibagué sus triunfos políticos con sus leales amigos que hoy lo niegan.


Ya tuvo relación con caciques, ministros y ahora con hijas de cantantes vallenatos que en este caso ampliarán su mundo artístico y social.


Le ruego el favor de que me reporte a cuantas personas les gusta esto y

cuantos han escrito en el muro.

Con aprecio

Sandra Carolina Guacajatin

Querida casiministra:

Ojalá no estés respirando por la herida, porque aún no sabes de lo que te libraste. No tendrás que criar hijos ajenos ni botarle la ropa a nadie por la ventana. Tampoco tendrás que hacer visitas conyugales ni ir a fiestas extrañas en Mariquita.

Desconfío mucho de la escuela de optometría donde se graduó la agraciada jovencita que parece corta de vista y entendederas, pero como dicen que en estos asuntos el amor es ciego, el caso presente confirma el adagio y por fin veremos la versión vallenata de La balada de la cárcel de Reading.


Casandra Yate Timoté

Credito
CASANDRA YATE TIMOTÉ

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