Me interesa saber si el evento fue real o se trata de calumnias de la oposición; y si realmente aconteció, averiguar por el origen y el destino de ese numerario, porque a mí me endosaron un cheque de la Asamblea y se me refundió y a lo mejor allá fue a parar.

Cuentan también que la sustracción no fue tan sutil como la del cajero electrónico de Cali que lo deslizaron suavemente sobre cáscaras de patilla. Aquí lo jondearon burdamente por las escaleras del segundo al primer piso y sin recurrir a los jamelgos de Asocatol.

A quién acudo, pues necesito una respuesta confiable y rápida.

Álvaro de Jesús Rodríguez Peñaloza

Querido corresponsal:
No sé por qué tu nombre me recuerda a varios mandatarios. Y como la banda ancha de mi bola no capta tantos dígitos a la derecha, te recomiendo recurrir a los oficios y los acertados consejos y asesorías de nuestro paisano de Dolores, el nunca bien ponderado Chamán González, pariente cercano del comandante Camilo y de “Miss Brown”, pues a más de haber impedido la lluvia en el Mundial Juvenil, la posesión presidencial y en el festival de teatro de la señora del pelo rojo, me cuentan que hasta el depósito de las tulas de Jaime y Samuel en la época de “Chirivico” las descubrió en el primer intento, así como las cajas que trajo “Cayémoslo”, en tiempos del “Bojote”.
    No vaya y sea que tu chequecito termine en alguna cuenta de Panamá o financiando un quirófano en la capital de la República o, peor aun, entre en una transacción vigilada en la Lista Clinton.


Casandra Yate Rodríguez y Rodríguez, la chamana