El Oráculo de Casandra

Amiga epistolar del ciberespacio:

Por cuenta del aislamiento en que la injusticia de este país me ha sumido, me desboqué en unas declaraciones que hice para un insidioso reportero de ese diario. Razón por la cual me expresé en términos desobligantes y epítetos censurables a los pocos copartidarios y amigos que me quedaban.

He reflexionado, he recibido consejo de mis compañeros de atrición y ellos me han sometido a penitencia y han doblado las horas que debo emplear en la recolección de huevos en la granja; mas todo ha sido en vano por lo que recurro a su inspirado consejo con miras a restaurar los puentes que nunca debieron ser rotos.

¿Qué hago? ¿Qué les digo? ¿Los llamo? ¿Les escribo? ¿Les mando un tweet, les escribo en el muro de Facebook?


Conteste rápido.


Me llaman Javier

Mi querido exrepresentante:
Tu carta me llegó de papayita, porque el próximo mes se instituyó el día del amigo, que pretende exactamente esos menesteres: rehacer el tejido de la amistad, olvidar rencores pasados, perdonar y promover el comercio nacional y la ingesta de espirituosos.

Por eso te sugiero sigas el ejemplo de lo que se está preparando para tan señalada fecha. Me cuentan que “Rubencho” le compró una cachucha nueva a Mauricio; Barreto le trajo de Argentina un suéter a Gómez Gallo para el frío sabanero; Sybila le otorgó beca a Espinosa en el Colombo; Arciniegas le envió un vino espumoso a Charry.


Ante tan colectiva armonía no queda otra que la imitación; por eso te recomiendo adquirir algunos presentes para Luis Carlos, Barreto, Alfredo y Juan Mario a quienes trataste tan descarnadamente en tu entrevista.


Tuya
Casandra Yate Pambelé Caraballo Lora Escandón

Credito
CASANDRA YATE TIMOTÉ

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