El Oráculo de Casandra

Bonjour madamme Casandrá

Desde mi garzonier a Paris, acudo a sus buenos oficios para reforzar algunos de los temas que me fueron cercenados en la breve publicación que hicieron de mis sólidas posiciones en ese juornal provincial.

El Oráculo de Casandra

Querida maestra de lo inexplicable:

Te escribo desde Santa Teresa, porque los alumnos del colegio del cual soy docente en aritmética me preguntan cómo harán para llegar a ganar el mismo salario o más que nuestro paisano Palacino, o el presidente del Congreso, a quien no le alcanzan los 16 millones para tanquear.

El Oráculo de Casandra

Gran consejera inmobiliaria:

No he querido seguir los consejos de mis hijos para mudarme a Bogotá, pero me encuentro desesperada con las batallas campales que periódicamente se escenifican en mi barrio, la otrora apacible Santa Helena.

El Oráculo de Casandra

Querida mensajera de Cupido:
En este mes del amor y la amistad me siento en la obligación de hacerme presente, como siempre, con algún detalle a tantas personas que han apoyado esta labor social a punto de concluir.

El Oráculo de Casandra

Solidaria compañera de género,
Recurro a tu consejo pues me he enterado de que tú padeciste un trance similar y quiero que me indiques el camino que debo seguir cuando una queda abandonada en la vida, después de haber conocido tiempos de bonanza en donde el sol no se ponía y siempre era primavera.

El Oráculo de Casandra

Compañera, presente y combatiendo:

Después de tantos años de acompañar en el Polo a Robledo, a Petro, a Gaviria, a Dussán, a la pálida sobrina, por fin reconocieron mi talento y mi capacidad ideológica para conducir las masas como pudo apreciarse el día de la inscripción de mi candidato.

El Oráculo de Casandra

Apreciada adivina: Sólo usted tiene la clave de por qué aquí la gente se muere más de envidia que de cáncer;

El Oráculo de Casandra

Querida colega: Aunque parezca veneca nací y me crié en La Mojana.