Los versos de Ibagué en flor

Pedro Luis Zambrano

Por estos días, la capital del Tolima se hizo sede del X Encuentro Nacional de Poesía Narrativa, que contó con la presencia de connotados personajes de las letras colombianas como William Ospina, el escritor de Ataco Nelson Romero; el Santandereano Pablo José Montoya; Santiago Mutis, hijo de Alvaro Mutis y Mario Jurish, director de la revista El Malpensante.

Además de las charlas y contactos de los personajes visitantes con los amantes de la cultura, el encuentro produjo distintas manifestaciones.

Entre las cuales quizá la más popular es la que puede verse en la carrera Tercera de Ibagué, en sus cuadras más centrales, sobre ella se dispuso dos hileras de pendones con bellísimas poesías de diversos autores, que sin duda desatan la sensibilidad y admiración de quienes se atreven a leerlas.

De los apreciadísimos escritos, me atreví a tomar algunos versos que reproduzco con el único fin de proponer a los ibaguereños que los disfruten.

Henry Alexánder Gómez de Bogotá D.C., poema Carlos Obregón: “Llueve sobre la orilla de tus pasos. Porque tu hondura es la lejanía/de ver el cielo sin poder tocarlo,/El temblor de una oración sin alfabeto, la vigilia de dormir/sobre una música olvidada. El leve polvo de la tierra/que levanta la llovizna/deletrea tu silencio”.

Gioconda Belli de Managua Nicaragua en Yo soy tu indómita gacela expresa: “Yo soy el inexplorado camino/la claridad que rompe la niebla.Y te recorro entero/sendero tras sendero. Descalzando mi amor, desnudando mi miedo”.

Manifiesta Giovanni Quessep de San Onofre Sucre en su poema Encantamiento. “Me perdí en un lugar del paraíso/si quieres rescatarme/ven sin espada, solo con un ramo de lirios/para la encantadora/ de los lirios que crecen/en el más hondo infierno”.

En Perdí mi vida. Juan Gustavo Cobo Borda, hace una nostálgica confesión: “Mientras mis amigos honestos a más no poder/, derribaban dictaduras/, organizaban revoluciones/ y pasaban el cuerpo destrozado/, a formar parte de la banal historia latinoamericana, yo leía malos libros”. Por su parte Sin misterio es un título en que María Tabares de Bogotá nos deja ver un destello de su amor.

“Contigo no quiero regatear ningún pretexto/guardar ningún secreto/ mostrar lo oculto solo un poco/crecer en ti el deseo/hacer morir/ solo quiero ser la transparencia/ más cercana al agua/sin malicia/sin magia/ sin misterio”.

Pd. Creo que Ibagué debe ser confiada a quien al menos sea honesto, Guillermo Alfonso Jaramillo.

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