Al Fiscal General de la Nación se le ha visto en buenas causas en defensa de las instituciones y la aplicación extendida del concepto de la democracia, sobre todo, lo ha demostrado con el proceso de paz, en el que ha estado al lado del Presidente y el gobierno, fomentando con su gestión, la credibilidad y seguridad de este derecho, del que somos acreedores todos los colombianos.
Pero, como en el actuar de cualquier personaje, (no todo lo que estos hagan puede ser de nuestro agrado) al señor Fiscal no se sabe hasta qué grado, metiéndole un tanto de sensacionalismo a su trabajo, le provocó meterse con una página de la historia que ya estaba superada y con los mejores resultados, anunciando que entraba a revisar la pieza jurídico política, que le otorgó el indulto a los integrantes del M-19.
Esta actuación no se puede considerar por ningún motivo afortunada; no existe, que se sepa, ninguna tendencia enraizada en la opinión, ni en institución alguna, en lo interno, ni en el plano internacional, que cuestione con argumentos válidos dicho indulto, de ahí que no se entiende la decisión cantada en los medios por el Fiscal.
En la práctica, al país tampoco le ha ido mal con el indulto a los integrantes del otrora movimiento guerrillero; por el contrario, sus beneficiarios en su mayoría se han insertado con éxito en la vida nacional. ¿Quién puede decir, por ejemplo, que las actuaciones de Gustavo Petro en el Congreso de la República o de Antonio Navarro en las corporaciones públicas, la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Pasto, sean objeto del reproche ciudadano?
Se puede decir, que el proceso de reinserción a la vida institucional del M19, es uno de los hechos democráticos ejemplares del país, que nos deja bien parados ante el mundo, esto también nos hace entender la importancia de defenderlo. Inclusive, en esta dirección se mueven todos los matices políticos, como lo corrobora el pronunciamiento del expresidente Uribe en su defensa.
A una figura del talante libre-pensante del Fiscal General de la Nación, para nada le luce, hurgar el avispero de revivir ni jurídica ni políticamente el indulto al M-19, debe dedicar más bien los recursos de su institución, para aclarar hechos que siguen avergonzando a la nación, como los magnicidios de Galán y Álvaro Gómez Hurtado, y el paramilitarismo y sus auspiciadores.
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