De la acumulación a la evasión

Pedro Luis Zambrano

La economía clásica desde su comienzo definió la necesidad de acumular capital en las manos de individuos emprendedores. La acumulación originaria contó con un ingrediente especial, la riqueza expoliada al continente americano en la era colonial, que resultó esencial para desarrollar a partir del ahorro, seguido por la reinversión de las utilidades y el incremento de la productividad, gran parte del crecimiento económico de la sociedad.

El capitalismo fue creando sus medios para garantizar la mano de obra de sus factorías a punta del despojo de miles de pequeños propietarios y campesinos, quienes desposeídos y pauperizados se vieron obligados a trasladarse a las ciudades, como mano de obra barata. Perfeccionó además, el sistema tributario para sostener los estados, destinando una fracción de los dineros públicos para hacer una mínima labor social con las masas excluidas por el régimen.

Como resultado de la aparición de la competencia socialista, surgieron los estados de bienestar, aumentaron los populismos y se fortalecieron las políticas sociales, que a su vez exigieron un mayor desempeño tributario. No obstante, es inocultable que en las últimas décadas el capitalismo ha sido golpeado por diversos factores de decadencia, muchos ellos se repiten cada vez con mayor intensidad, insinuándose casi como males irremediables. Tal es el caso de las crisis financieras, el deterioro acelerado de los recursos ambientales y la generalización de la corrupción en los agentes privados y la clase política.

La necesidad propia de su desarrollo, obligó al régimen a ampliar la circulación del capital, proveyendo mecanismos para que los ciudadanos puedan crear nuevas empresas y desarrollar inversiones en sociedades, en lugares distintos a aquellos en que se origina su actividad económica. Surgieron así, los paraísos fiscales en donde se pueden crear las llamadas sociedades Offshore, que son legales y tienen ventajas tributarias, pero, que en ciertos casos se prestan para evadir impuestos.

A este tipo de labores se dedica la firma panameña de abogados Mossac Fonseca de Panamá, a la que le ocurrió el destape de sus actividades y clientes, muchos de ellos colombianos. ¿Será que a los implicados los mueve la necesidad de invertir sanamente en otros lugares del mundo o la verdadera motivación es el hecho corrupto de evadir el pago de sus impuestos? El asunto se debe investigar a fondo y perseguir severamente este delito, en que pueden estar incurriendo ciertos personajes del liderazgo nacional.

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