Reseña de los antagonistas íntimos del plebiscito

José Germán Zarama De La Espriella

Uno de los ciudadanos que saldrá a votar este domingo es un hombre de 64 años, hijo ilustre de un ganadero de un pueblo cualquiera. Él fue víctima de las Farc que asesinaron a su padre, un terrateniente a quien habían acusado de tener negocios ‘anti-populares’.

Su vida se vio desde entonces amenazada y él juró librar a su familia y a su patria de la guerrilla. Y la ‘justicia’ y el derecho a la propiedad, en su concepto, prevalecen sobre la vida. Así mismo como piensan ‘los elegidos’, este domingo votará no en el plebiscito.

Cerca, pero íntimamente cerca de él, creció otro niño hijo del mismo ganadero. Desde pequeño aprendió a trabajar con disciplina, se educó en la fe cristiana y aprendió a amar a su tierra como ninguno. La inteligencia y el brillo de su personalidad llevaron a este compatriota a ser un exitosísimo político. Su formación intelectual, con valores religiosos y filosóficos, lo han llevado alguna vez a justificar negociar la paz con la guerrilla. Tal vez este hijo del ganadero, habría votado sí, el próximo domingo.

Un año antes de que naciera el hijo del ganadero, también vino al mundo uno de ‘los elegidos’. Su tío-abuelo había sido Presidente de Colombia y su familia lo educó en las mejores universidades, en EE.UU. y en Londres. Apenas tres años antes de que ‘el principito’ naciera, la turba casi había destruido a Bogotá. Luego, su familia había sido víctima de un dictador populista, que desconoció todos sus abolengos. No es raro entonces que su ego lo hubiera llevado a pensar en tener poder y actuar con mano dura para restablecer el orden ancestral. Años atrás se habría opuesto al plebiscito para negociar la paz.

Pero, como en el caso del ganadero, al interior del principito creció un hermano que piensa distinto. Es el hermano que se fue a la armada y trabajó duro para superar su tartamudez. Él es consciente de los sufrimientos de los trabajadores, de sus colegas periodistas menos afortunados. Es el Ex-ministro de Hacienda que aprendió que ‘sudor, sangre y lágrimas’ deben tener un límite. Es Juan Manuel Santos, quien votará por el sí.

Dos vidas paralelas: Álvaro Uribe, el Expresidente hijo del ganadero, que en su conciencia alberga un otro yo, igual que Juan Manuel Santos. Paralelas a esas vidas van nuestras vidas, con nuestro respectivo otro-yo, tantas veces contradictorio. Ya Uribe y Santos han decidido en su alternativa dual cómo votarán. En nuestras conciencias debemos escoger entre argumentos del sí y del no. Y yo, me uno al Sí. Ojalá todos los colombianos decidieran esto libres del oscuro alter-ego. Como sea, la única alternativa ética es votar. Lo único inmoral es abstenerse.

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