EE.UU., en la encrucijada con Amlo

José Germán Zarama De La Espriella

La prevista elección de Andrés Manuel López Obrador –Amlo- cambia la posición estratégica de importantes fichas en el tablero de la política internacional norteamericana. Desde hacía meses los analistas explicaban la imparable campaña de Amlo con estos doce años de creciente violencia del narcotráfico, salarios estancados y corrupción desenfrenada. Aunque esto es evidente en la constatación estadística, intriga saber hasta qué punto Amlo fue impulsado por una aversión histórica a EE.UU. revivida por Trump. Nadie olvida que EE.UU. se apropió de más de la mitad de México en el siglo XIX. Tampoco que Pancho Villa y los revolucionarios del PRI se enfrentaron con los ‘gringos’ el siglo pasado.

La percepción sobre la política arrogante hacia México de Trump ha sido percibida incluso por los propios estadounidenses. Son ellos quienes dudan de que su presidente pueda manejar las cosas con un vecino al cual no se puede amenazar ahora con las mismas armas. Esto se demuestra con el reciente trino de Mark Hamill, el famoso Luke Skywalker de Star Wars, cuando Trump felicitó a Amlo, por su triunfo. “I Look very much forward to you asking him to pay for your wall…” –dijo con ironía el actor, en respuesta al tweet de Trump en que felicitaba a López Obrador.

Lo cierto es que el nuevo talante del gobierno de México obliga a EE.UU. a un manejo más diplomático, pero además confiable. México, puede pasar de ser solo una fobia de Trump a convertirse en una pesadilla, tanto si Amlo es exitoso como si fracasa. Recordemos que en Estados Unidos viven 36.9 millones de personas de origen mexicano. Ellos no solo seguirán con interés al nuevo gobierno mexicano, sino que definirán su posición política en EE.UU. y no debemos olvidar al respecto que el próximo martes 6 de noviembre habrá elecciones federales en Estados Unidos. En esas elecciones se definirán las 435 curules de la Cámara de Representantes y 33 de las 100 del Senado.

En otras palabras, la viabilidad del segundo mandato de Trump podría estar en parte importante determinada por las relaciones con los mexicanos. Pero estas relaciones también podrían afectar el éxito de las políticas ‘trumpianas’ en el congreso estadounidense. En efecto, la actual mayoría parlamentaria republicana podría perder terreno o sucumbir frente a los demócratas como vaticinan algunas encuestas de opinión. And the question is México...

Ahora, en caso de que a Amlo le vaya mal en su periodo de seis años, las cosas serán aún más graves para la política de un eventual segundo gobierno de Trump. El empobrecimiento de México golpearía la economía de EE.UU. y las políticas migratorias. Puede ser incluso que en una debacle mexicana la posible efectividad del promovido muro sea prácticamente nula.

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