Al rojo vivo

a cercanía de las elecciones presidenciales en Estados Unidos trae consigo turbulencias en el resto del mundo, ya que muchos quieren aprovechar para poner a prueba al mandatarioen funciones y, otros, internamente, quieren utilizar lo que sucede para medrar en el electorado.

La situación del Medio Oriente- de si volátil por la llamada Primavera Árabe que ha contribuido a los radicales cambios de gobernantes después de Irak, en Egipto, Libia y Yemen y que ha propiciado la sangría en Siria tiene ahora nuevos y peligrosos elementos.

El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que siempre ha estado de parte de los “halcones”, ha decidido radicalizar su intención de confrontar el desarrollo nuclear iraní y ha hecho público su desagrado con la posición estadounidense de presionar y dialogar.

Por primera vez, en mucho tiempo, ha mostrado su desacuerdo con Washington y ha tenido fuertes palabras contra el papel de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. 

Los israelíes no son dados a amenazar y no tiene nada de raro que de las palabras se pase a laacción, con las terribles consecuencias que se podrían derivar de una confrontación de Israely sus aliados con el mundo árabe. 

A todo lo anterior se añaden los gravísimos sucesos en Egipto y, sobre todo en Siria, en donde con el pretexto de protestar contra la proyección de una película- realizada por el director israelí Sam Bacile- en la que se critica la fi gura de Mahoma y sus enseñanzas, turbas compuestas por seguidores de Gadafi atacaron el consulado estadounidense en Bengasi y, luego, a una caravana que trataba escapar del lugar, con un saldo de cuatro muertos, entre los que se incluye al embajador de los Estados Unidos y un soldado y 14 heridos de la delegación diplomática. Lo ocurrido en Egipto, si bien no produjo muertos, sí es una muestra de lo caldeado del ambiente y la sensibilidad que flota en la región.

Tras el saqueo, el incendio, los heridos y los muertos se han producido las naturales reacciones del gobierno de Obama y las oportunistas declaraciones de su rival republicano, Mitt Romney, que no solo son absolutamente salidas de tono sino francamente peligrosas en un momento especial en el que confl uyen el aniversario del ataque a las Torres Gemelas, el fi nal de la campaña electoral y los sangrientos episodios mencionados que bien pueden traducirse en una confl agración con aterradoras consecuencias para la humanidad.