Cuestión de recursos y decisión

La usual suficiencia de la nueva ministra pareció atemperada cuando al enfrentarse a las cámaras recordó un elemento que había soslayado en sus primeras intervenciones: la existencia de dos millones de colombianos analfabetas que, con toda razón, deben ser el objetivo primordial de la cartera y la actividad de todos los organismos relacionados con la misma.

Al parecer la reunión en Hatogrande del presidente Santos con su flamante gabinete ha servido para que muchos de los noveles ministros pongan los pies en la tierra, confronten realidades y establezcan prioridades acordes con la situación económica y las necesidades del área a su cuidado.

La primera en pronunciarse luego de la prolongada sesión sabanera fue la siempre protagonista, amante de los reflectores y nueva ministra de Educación Gina Parody, quien en el momento de su designación había asumido como pan comido el ambicioso proyecto de convertir a Colombia en el país más educado de América Latina para el año 2025.

Seguramente en Hatogrande algunos asesores del ministro Cárdenas (o el propio ministro de Hacienda) le habrán mostrado cifras y le habrán señalado cronogramas de lo que cuesta y el tiempo que se toma el implantar la jornada única en escuelas y colegios del país, de los requerimientos no solo en cantidad sino en calidad de los maestros, de su remuneración y otras adehalas como el transporte y alimentación de los millones de alumnos.

Con certeza también le habrán comentado sobre los costos y situación de la educación preescolar y, por supuesto, lo que implica crecer en calidad, cupos y niveles la educación superior para alcanzar la situación actual de Chile, Brasil o el mismo Ecuador de acuerdo con los desarrollos recientes del vecino país.

La usual suficiencia de la nueva ministra pareció atemperada cuando al enfrentarse a las cámaras recordó un elemento que había soslayado en sus primeras intervenciones: la existencia de dos millones de colombianos analfabetas que, con toda razón, deben ser el objetivo primordial de la cartera y la actividad de todos los organismos relacionados con la misma.

Todos han elogiado que la Educación sea uno de los tres pilares sobre los que se sustentará la gestión gubernamental en el cuatrienio, pero resulta bien oportuno cotejar las tareas a realizar con los presupuestos y las disponibilidades que se le han de asignar al Ministerio, pues si bien se anuncian superiores a las de los demás rubros son decididamente cortos con relación a las tareas a realizar.

Ya el Ministro de Hacienda revisó sus bolsillos y anunció que no podrá desmontarse el cuatro por mil ni el impuesto al patrimonio. Pero seguramente tendrá que seguir buscando.

REDACCIÓN EDITORIAL

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