No se puede aflojar

Se echó de menos en la ceremonia de entrega no solo al Presidente y al Ministro de Agricultura que podrían haberse empapado de la magnitud del proyecto y comprometerse, nuevamente

El pasado martes la Unión Temporal Canales 2010, conformada por la firma ecuatoriana Hidalgo e Hidalgo, y las colombianas Edivial S.A. y Ávila Ltda, entregó la segunda fase del Distrito de Riego del Sur del Tolima ubicado en el triángulo conformado por los municipios de Coyaima, Natagaima y Purificación.

Se concluye así la mitad del ambicioso, controvertido y postergado proyecto que habilitará para la producción agropecuaria más de 21 mil hectáreas situadas a pocos kilómetros de los grandes centros de consumo, por una carretera en muy buenas condiciones que ha de mejorar notoriamente con la proyectada doble calzada entre Girardot y Neiva.

Entre las intenciones que se persiguen con el proyecto está la de equilibrar la situación socio- económica de la zona beneficiada ya que el contraste actual no admite análisis: al norte la zona de Espinal, Guamo, Saldaña y Purificación que muestra muy positivos índices de bienestar colectivo, en tanto Coyaima está dentro de los municipios colombianos con mayor Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas NBI y con protuberantes deficiencias en salud, vivienda, educación y estructura productiva.

En marzo pasado una visita de la Contraloría había generado un informe negativo sobre el estado de las obras que, por cierto, acababa de superar una inusual temporada de lluvias y cuya culminación estaba programada para ocho meses después.

La obra fue recibida a satisfacción y algunos de los canales ya se están llenando para que sirvan a los terrenos adyacentes y, a la vez, sirvan de protección a la obra ejecutada. Respecto de lo último el subgerente del Incoder César Patarroyo (quien llevó la palabra a nombre del Gobierno nacional en la ceremonia de entrega) aseveró que están asegurados 67 millardos de pesos para continuar los trabajos en la vigencia del 2015, el 60 por ciento de parte del Gobierno nacional y el 40 por ciento restante de parte del Gobierno departamental.

En total hace falta medio billón de pesos para culminar la obra con la mira puesta en la producción de cacao, limón, guayaba, papaya, melón y maíz. A más de que se conformará un espejo de agua en la represa Zanja Honda de 388 hectáreas que albergará 20 millones de metros cúbicos, que seguramente, se ha de convertir en una atracción turística.

Se echó de menos en la ceremonia de entrega no solo al Presidente y al Ministro de Agricultura que podrían haberse empapado de la magnitud del proyecto y comprometerse, nuevamente, con la financiación para la culminación; así como del Gobernador que tenía ocupaciones más importantes y que también podía haber consolidado la oferta de recursos regionales encaminados a la continuación de la obra.

Hay luz al final de este prolongado túnel, pero como ya lo sabe la gente de la región es menester continuar gestionando y exigiendo el cuidado y los recursos que se requieren para terminar la esencial tarea.

REDACCIÓN EDITORIAL

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