Buenas nuevas para Navidad

Como señal de que unas y otras se mueven en el mismo sentido están las recientes visitas y conversaciones de Joe Biden, John Kerry y el mismo Obama con el gobierno colombiano y la deferencia de comunicarlo al presidente Santos tan pronto se concretó el acuerdo Castro - Obama es muestra adicional de la cercanía de los dos procesos.

El anuncio de las Farc de su decisión de declarar un cese al fuego y a las hostilidades unilateral e indefinido a partir de hoy puede considerarse como una de las mejores noticias para Navidad y Año Nuevo en el territorio colombiano.

El grupo insurgente condiciona la puesta en marcha de la iniciativa a la conformación de una veeduría de al menos una de cuatro organizaciones: Unasur, Celac, CIDH y el Frente Amplio para la Paz. La respuesta de Unasur fue inmediata y ya dio a conocer su voluntad de hacer parte de la veeduría. Otros condicionamientos de las Farc para mantener el cese al fuego tienen que ver con restricciones para que las Fuerzas Armadas ataquen a los frentes guerrilleros y añaden que todo debe desembocar en un armisticio.

La decisión de la guerrilla se sustenta en los avances logrados en los dos años de conversaciones en La Habana que, considera, ha entrado en una dinámica de no retorno, lo que permite aumentar el optimismo por una firma de la paz entre las partes, para dar paso a la refrendación de los pactos por la ciudadanía colombiana.

No se puede negar que el anuncio de las Farc tiene estrecha relación con los acuerdos logrados entre Washington y La Habana para reanudar las relaciones diplomáticas y propender por el levantamiento del embargo a la isla.

El éxito de las gestiones diplomáticas para la paz de Colombia ha sido replicado auspiciosamente en las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba y la fórmula de llevarlas a cabo dentro de la mayor confidencialidad las hace aún más similares. Como señal de que unas y otras se mueven en el mismo sentido están las recientes visitas y conversaciones de Joe Biden, John Kerry y el mismo Obama con el gobierno colombiano y la deferencia de comunicarlo al presidente Santos tan pronto se concretó el acuerdo Castro - Obama es muestra adicional de la cercanía de los dos procesos.

Viene ahora el duro camino de concretar con hechos lo que se ha acordado por las vías diplomáticas y el diálogo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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