La memoria histórica

El error se magnifica por haber sido publicado en el diario bogotano que, seguramente, tiene en sus archivos incontables relatos, crónicas y noticias sobre las barbaridades cometidas por Lozano, sus inspiradores, sus secuaces y discípulos.

El primer registro de la historia de las comunidades va quedando en las páginas de los periódicos que informan sobre el acontecer de las mismas. Por esta y muchas otras razones se requiere de la actuación de editores curtidos que guíen a los noveles periodistas y, de esta manera, evitar que se publiquen gruesos errores y tergiversaciones derivadas de la inexperiencia o la falta de consulta. En los lugares menos pensados salta la liebre por lo que no se puede bajar nunca la guardia ni menospreciar tema o sección alguna.

Un grueso ejemplo de lo que puede ocurrir se produjo en la edición dominical del diario El Tiempo, una de las de mayor circulación en el país, en una nota de una página que daba cuenta de la muerte del estupendo actor colombiano, Frank Ramírez, y elogiaba su caracterización del siniestro personaje, León María Lozano, en la adaptación para televisión de la novela “Cóndores no entierran todos los días” de Gustavo Álvarez Gardeazábal.

Cuando han corrido ríos de tinta y cientos de notas, novelas, crónicas y libros sobre los crímenes del tulueño , que fuera el inspirador, promotor y jefe de los llamados “pájaros”, unos criminales apoyados por el gobierno de entonces que sembraron de sangre y muerte varias regiones del país (el Tolima entre ellas), el periodista que escribió la nota le confiere al tenebroso personaje la condición de héroe por, según el autor del estropicio, “ haber enfrentado a los bandoleros de la época”. El error se magnifica por haber sido publicado en el diario bogotano que, seguramente, tiene en sus archivos incontables relatos, crónicas y noticias sobre las barbaridades cometidas por Lozano, sus inspiradores, sus secuaces y discípulos.

De no haber de por medio miles de asesinatos, torturas, desapariciones y desplazamientos forzados esta ligera nota podría quedar circunscrita a una nota de farándula de un “escribidor despistado”. Pero como muchas de las perversas actuaciones de entonces se han repetido recientemente y se habla de leyes de punto final, lo que no puede permitirse es faltar a la verdad y pretender olvidar la memoria histórica. Aunque sea para evitar que tantas atrocidades vuelvan a repetirse.

REDACCIÓN EDITORIAL

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