Sin marcha atrás

En esta ocasión la sanción se origina en la influencia ejercida por la empresa en la fijación de precios gracias a su posición dominante en el mercado, del cual tiene una participación del 50 por ciento, a través de procesos de integración vertical y horizontal y actúa en situación de monopsonio en extensas regiones.

El superintendente de Industria y Comercio SIC, Pablo Felipe Robledo, continúa impertérrito en su cruzada para despejar el enrarecido ambiente en el que se mueven muchos sectores económicos y, en particular, aquellos que obtienen exorbitantes utilidades en condiciones de monopolio u oligopolio (cuando es uno o unos pocos los que dominan la oferta o distribución de un producto o servicio) o monopsonio (cuando es uno el que domina la demanda).

Ya se ha podido apreciar su actuación en cuanto hace a distribuidoras de vehículos, productores de papel higiénico o pañales desechables. La pelea no ha sido fácil dado el poderío económico de las empresas involucradas o su capacidad de cabildeo en el Congreso o el alto gobierno. Enaltece a la administración el apoyo irreductible que ha brindado a Robledo en todas las confrontaciones.

La más reciente de sus gestiones tiene que ver con el arroz, un alimento indispensable en la dieta colombiana, que otrora era totalmente de producción nacional y hoy en día se suple en el 25 por ciento de producción extranjera ( entre importaciones legales y contrabando) que se calcula en 400 mil toneladas anuales que han significado la salida de producción de no menos de 65 mil hectáreas.

Pues bien, como lo recuerda el lector, a principios del año se presentó un episodio de especulación que elevó el precio del grano al consumidor en 35 por ciento. La SIC se encontraba investigando a la empresa Molinos Roa S.A., propietaria también de Molinos Florhuila, a la que ya había sancionado en dos oportunidades. En esta ocasión la sanción se origina en la influencia ejercida por la empresa en la fijación de precios gracias a su posición dominante en el mercado, del cual tiene una participación del 35 por ciento, a través de procesos de integración vertical y horizontal y actúa en situación de monopsonio en extensas regiones.

La multa no tiene muchos antecedentes: más de 32 millardos de pesos a la empresa y a propietarios y administradores, otro 3.5 millardos.

Sin duda la empresa apelará la sanción y ya se han conocido pronunciamientos gremiales en apoyo a Roa. Es de esperar que tras de ejercer sus derechos legales la empresa, la decisión se aplique sin tardanza.

REDACCIÓN EDITORIAL

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