Editorial: Procesos de selección

No resulta fácil ubicar a muchos candidatos, ya que con inexorable rutina se han presentado como conservadores, trasmutados en liberales, transformados a La U, convertidos en afiliados al Polo, para en una verdadera pirueta de travestismo político llegar como miembros del Centro Democrático.

Ha terminado la incógnita, puesto que ya se conocen los nombres de quienes se han inscrito para aspirar a ser gobernadores, alcaldes, diputados, concejales o ediles en las elecciones de octubre.

A menos de que se produzcan sustituciones, retiros o fusiones, ya tiene el elector una idea de las opciones y ha de decidir a quién o quiénes acompañará con su voto en la intención de que departamento y municipios queden en las mejores manos.

Como se decía unos días atrás, ya va siendo la hora de sacar la lupa para escudriñar a quién se va a acompañar con el voto. Comienzan a tener importante valor los antecedentes, las gestiones ejecutadas, quiénes han sido sus acompañantes en el pasado y los que lo acompañan ahora, y, por supuesto, los programas de gobierno.

Algún romántico desubicado reclamará por la ideología, el concepto de Estado y sociedad expresado y las visones del futuro.

No resulta fácil ubicar a muchos candidatos, ya que con inexorable rutina se han presentado como conservadores, trasmutados en liberales, transformados en miembros de La U, convertidos en afiliados al Polo, para en una verdadera pirueta de travestismo político llegar ahora como miembros del Centro Democrático.

Han sido amigos y contradictores de Serpa, uribistas furibundos, irreductibles santistas y hasta acérrimos zuluaguistas en proceso de jurar fidelidad eterna a Vargas Lleras.

Ignora el elector si en esta ocasión van a descubrir que ya no es Rizzeto (q.e.p.d.) el que los guía sino otro miembro de la distinguida casa electoral del Valle, comandada por el ex senador Martínez, o si quien guía la apuesta filosófica y electoral es ‘el chontico’, Roy, la señora Piraquive o alguien del profundo calado intelectual de ‘Choco’. Se sabrá al fin si tuvo arte y parte en la privatización del aseo y parte del acueducto, el que tramitó en el Congreso las reformas a favor del “chance”, si en esta ocasión se presentarán como convencidos ecologistas o estarán invitando a apoyar a los dueños de las paladragas de Ataco; si están a favor “del progreso”, como dice el Director de Cortolima, o su preocupación está más del lado del agua y los bosques. Se sabrá si la cultura le importa un comino o si la tendrá con la educación a la cabeza de sus prioridades. Si se siente capaz de mostrar su declaración de renta y la de su familia próxima y si se somete libremente a unas preguntas sobre el origen de su fortuna.

A lo mejor todo queda reducido al que ofrezca un tamal en un domingo de octubre.

REDACCIÓN EDITORIAL

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