Editorial: La sequía y el abastecimiento de agua

De otro lado, la sequía y las altas temperaturas fomentan la aparición de incendios forestales incrementados por las quemas irresponsables y la acción de pirómanos que afectan bosques y, en gran medida, a las fuentes de agua localizadas en las altas montañas, lo que, sin duda, traerá consecuencias a la población que se surte de las corrientes estropeadas.

El prolongado estío, interrumpido en Ibagué por una inesperada tormenta y copiosa lluvia, ha hecho realidad los pronósticos de los meteorólogos relativos a la aparición de una larga temporada seca aupada por un severo episodio del Fenómeno del Niño y las consecuencias inocultables del efecto invernadero producto de los abusos del hombre con la naturaleza.

Enorme incidencia ha tenido la falta de lluvias en la producción agrícola, pues no solo se han afectado las cosechas y producción de los cultivos permanentes y los de corta duración que se habían sembrado, sino que se ha pospuesto la siembra de los de corto plazo lo que sin duda alterará el abastecimiento e incidirá en el índice de inflación para el remate del año.

En medio de ese panorama ocurren situaciones inexplicables como la ausencia de mantequilla en las estanterías, un fenómeno extendido en todo el país que coincide con una supuesta sobreproducción lechera denunciada por el gremio ganadero.

De otro lado, la sequía y las altas temperaturas fomentan la aparición de incendios forestales incrementados por las quemas irresponsables y la acción de pirómanos que afectan bosques y, en gran medida, a las fuentes de agua localizadas en las altas montañas, lo que, sin duda, traerá consecuencias a la población que se surte de las corrientes estropeadas.

Simultáneamente ocurren grandes conflagraciones en Boyacá, Valle del Cauca, Cundinamarca, Huila y Tolima en donde han ocurrido incendios de grandes proporciones en al menos cuatro municipios.

Es de esperar que estos fenómenos que se prolongarán al menos hasta fines de octubre (hay quienes predicen que hasta enero) sirva para que las autoridades municipales y los organismos estatales encargados de velar por el entorno y la disponibilidad de agua para las comunidades, estén alertas, con todos los protocolos y herramientas activados, los controles efectivos sobre potenciales alteraciones derivadas de acciones irresponsables y, por sobre todo, encarando el tema del suministro de agua con la urgencia y la curia que debe atenderse.

REDACCIÓN EDITORIAL

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