Fue el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, quien reveló la ubicación de las 23 zonas veredales transitorias y los ocho campamentos en donde se ubicarán, por un máximo de seis meses, los guerrilleros de las Farc que acepten la desmovilización; en esos lugares se procederá a la dejación gradual de las armas a las Naciones Unidas de parte de los siete mil 500 guerrilleros que, se estima, continúan en las filas del grupo guerrillero.
Dos de esas zonas veredales quedan en el Tolima, en los municipios de Planadas y Villarrica. Un breve repaso de la historia revela la razón de ser de esa designación. En efecto, fue a Villarrica donde confluyeron muchos de quienes protagonizaron las luchas por la tierra que se sucedieron de los años treinta del siglo pasado en adelante, con personajes como Juan de la Cruz Varela.
Los que se asentaron en el municipio tolimense se ubicaron en baldíos que hacían parte de la zona conocida como Galilea, terrenos que, luego, pretendieron y obtuvieron los hijos de Laureano Gómez.
Allí llegaron algunos contingentes de las guerrillas conformadas en la época de la Violencia como única fórmula de resistencia. Varios habían conformado las llamadas “columnas de marcha” a las que pertenecían los llamados “comunes”.
Tiempo después cuando la dictadura de Rojas Pinilla las concentraciones campesinas de Villarrica fueron atacadas con gran despliegue de tropas y bombardeadas, lo que llevó de nuevo a conformar “columnas de marcha” de las que hicieron parte mujeres, ancianos y niños, a más de guerrilleros que se dirigieron al sur (unos se quedaron en La Herrera y, otros, continuaron a Marquetalia, en Planadas, y algunos más al Pato y el Guayabero).
En Marquetalia se conformó una comunidad autosuficiente de resistencia, allí se producía la comida requerida y se enviaba lo que sobraba a otros asentamientos. Esas comunidades fueron calificadas como “repúblicas independientes” en el gobierno de Guillermo León Valencia quien dio la orden de bombardearlas y arrasarlas.
El propósito no fue cumplido y, por el contrario, allí nacieron las Farc en 1964. Si se hace un símil extremo se puede decir que Villarrica y Planadas son a las Farc lo que La Meca y Medina para los musulmanes.
Por cierto, el mes entrante se conmemora el vigésimo aniversario de la firma del convenio entre la comunidad Nasa de Gaitania en Planadas y las Farc, que tan buenos resultados ha arrojado y que bien merecería replicarse.
De lo anterior se explica el interés de las Farc por incluir a los dos municipios tolimenses entre las zonas de desmovilización.
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