Editorial: Juan Mario Laserna Jaramillo

El Tolima se dio el lujo de tenerlo como uno de sus congresistas y se llegó a especular que con su elección se iniciaba una nueva era en la representación parlamentaria de la región, como lo refrendaron sus posiciones, ponencias y debates a lo largo del corto período que permaneció en la cámara alta.

El domingo murió a la edad de 49 años el destacado hombre público Juan Mario Laserna Jaramillo. La causa del prematuro deceso un accidente de tránsito en el que también resultó afectado su asesor de comunicaciones Andrés Restrepo Falla.

El doloroso suceso enluta, a más de su familia, al departamento del Tolima y a su capital, a los que dedicó, en sus propias palabras, “los mejores años de mi vida”.

Su exitoso periplo vital se inició en el hogar de uno de los más connotados intelectuales del país, Mario Laserna Pinzón y la dama manizalita, Liliana Jaramillo Jaramillo.

Estudió economía y finanzas en destacadas universidades como Yale, John Hopkins, Stanford y Los Andes; también fue profesor en Los Andes y el Externado. Se desempeñó como Director de Crédito Público en el Ministerio de Hacienda, estuvo en el Banco Interamericano de Desarrollo BID en Washington y, luego, regresó al país para hacer parte de la Junta Directiva del Banco de la República. Fue elegido senador por su partido Conservador y actualmente era Director de la revista especializada Dinero, en la cual realizaba sesudos y crudos análisis de la realidad económica colombiana.

En todas y cada una de las importantes posiciones que ocupó se distinguió por la excelencia de sus análisis y la profundidad de sus opiniones y juicios. El Tolima se dio el lujo de tenerlo como uno de sus congresistas y se llegó a especular que con su elección se iniciaba una nueva era en la representación parlamentaria de la región, como lo refrendaron sus posiciones, ponencias y debates a lo largo del corto período que permaneció en la cámara alta. Vana ilusión. Ya que el electorado no lo acompañó en su aspiración en un craso error político en el que la más perjudicada fue la misma región.

En ciertos momentos abrigó la ilusión de aspirar a la Alcaldía de Ibagué ¡Cuánto le habría significado a la capital del Tolima de haberse concretado esa opción!

La última tarea en apoyo de sus paisanos consistió en acudir a festejar con los cafeteros tolimenses la Feria de Cafés especiales en Planadas el pasado viernes, en donde muchos se acercaron a expresarle su reconocimiento y a agradecerle su gestión en el Congreso por lo que en el regreso a Ibagué se mostró satisfecho por el respaldo espontáneo de sus conciudadanos.

Se fue uno de los mejores y más útiles cuando mucho le quedaba para servir a la región y al país. ¡Muchas gracias por todo, Juan Mario!

REDACCIÓN EDITORIAL

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