Luis H., un “alma de Dios”

Reza un adagio popular que el que nada debe nada teme y aquí lo que ha existido de su parte es un gran temor en enfrentar a la opinión pública e incluso a esa gente a la que por X o Y motivo algún día creyó en usted como líder político.

Lo que muchos estábamos esperando hace tiempo con relación al exalcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, por fin ocurrió. Y no estamos hablando de una captura o siquiera una investigación seria, sino que finalmente Rodríguez balbuceó acerca del desfalco de los Juegos Nacionales ocurrido durante su gobierno y del cual, según él, jamás se enteró.

El hombre al que el mismo presidente Santos pidió investigar a razón del gran fraude que hoy tiene a nuestra capital sin escenarios deportivos, le dijo al abogado y columnista de esta casa editorial, Iván Ramírez, que no tuvo nada que ver con el robo cometido bajo el liderazgo de su asesor de cabecera Orlando Arciniegas, su secretario de Hacienda, mano derecha y viejo amigo, Oswaldo Mestre, y su director deportivo y cercano colaborador Carlos Heberto Ángel, otrora profesor universitario.

Respecto a lo poco que habló Luis H., lo primero es que en efecto si pronunció palabra alguna, fue porque no le quedó más remedio a razón de un encuentro fortuito con Ramírez en cercanías de la calle 12, justamente a unas pocas cuadras de las instalaciones de EL NUEVO DÍA, y a donde el ex burgomaestre se negó a acudir para hablar.

Lo segundo es que las pocas respuestas y explicaciones que dio se quedan cortas en astucia y largas en cinismo al negar que ni se dio por enterado de lo sucedido cuando los indicios y los comentarios de quienes hicieron parte del entramado han apuntado a que sí.

Inexplicablemente dichos testimonios aún no son tenidos en cuenta. Lo tercero es que ese cuentico de que todo fue un abuso de confianza resulta difícil de creer en un asunto tan importante para la ciudad, como lo eran los supuestos mejores juegos nacionales de la historia, los cuales debían haber sido estrictamente liderados por la primera autoridad del Municipio, o sea él. La responsabilidad no se delega.

Señor Luis H: quisiéramos equivocarnos, pero en este caso es muy difícil creer en su ingenuidad. Aquí lo que hay es una dura realidad y es que se robaron un montón de plata y dejaron a los deportistas, a la ciudadanía y al país entero viendo un chispero. Ningunos recursos quedaron garantizados como usted menciona, pues lo que quedaron fueron unas obras ni siquiera a medias, contratadas con unos irresponsables que se llevaron la plata sin hacer nada.

Reza un adagio popular que el que nada debe nada teme y aquí lo que ha existido de su parte es un gran temor en enfrentar a la opinión pública e incluso a esa gente a la que por X o Y motivo algún día creyó en usted como líder político.

Desde aquí no queda más que seguir indagando y cuestionando y pidiendo que se esclarezca todo en este caso, pues cada día se descubren más y más maturrangas.

REDACCIÓN EDITORIAL

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