¡Duro con los jíbaros!

Si usted como ciudadano conoce y sabe de algunos lugares en donde el jíbaro aprovecha para “envenenar” a los jóvenes a punta de bichas y bazuco, no dude en denunciar, así sea de manera anónima, con el fin de que la Policía haga presencia.

El microtráfico en Ibagué es un flagelo que no da tregua. A pesar de los esfuerzos de las autoridades con el desmantelamiento de algunas casas de expendio, barrios, especialmente del Sur, siguen siendo foco de la delincuencia, y el consumo y la distribución de alucinógenos es pan de cada día.

La semana anterior, la Policía Metropolitana de Ibagué logró una gran incautación de droga. Más de mil 130 panelas en una tractomula y que camuflaban dos toneladas de marihuana procedente del Cauca fueron decomisadas en el sector La Martinica y tenían como destino las llamadas ‘ollas’ y lugares de expendio de la Capital Musical. La incautación se produjo gracias al rápido accionar de la Policía, que tenía ubicado un retén que al ser percatado por el conductor del rodante hizo que se detuviera metros atrás, con el fin de pensar cómo evadirlo, pero también a la colaboración de la ciudadanía, que había alertado a las autoridades hace varios días sobre el ingreso de una importante cantidad de marihuana.

El gran cargamento, según el comandante Jorge Morales, se convierte en el golpe más contundente contra la delincuencia y especialmente contra el tráfico de drogas en toda la historia de la Metib, y debe servir de ejemplo y motivación para no bajar los brazos frente a esta problemática que tiene azotados a barrios como El Bosque, Las Brisas, Los Mártires y Cerro Gordo, pero también al norte de la capital tolimense como en Tulio Varón, Nueva Castilla, Jardín Comuneros y Musicalia. Uno de los lugares en donde más se comercializa droga, principalmente la marihuana tipo cripy, incautada por la Metib, es justamente en el sector entre la Universidad de Tolima y el Estadio, y en donde recientemente las autoridades también propinaron un certero golpe.

No sobra aprovechar la oportunidad para recordar a la Policía que la llamada ‘avenida Fantasma’ y que conecta los barrios Las Brisas y San Pedro Alejandrino y el sector del Estadio sigue siendo la ‘ruta del mal’ para ladrones, atracadores y expendedores de droga, razón por la que allí jamás sobrará un retén o la oportuna presencia de patrullas y uniformados. Aunque el problema en la Universidad se ha reducido considerablemente, todavía hay reductos de jíbaros y comercializadores que se camuflan en la oscuridad de la noche y los huecos y calles desprotegidas de ese sector.

Lo otro es que si usted como ciudadano conoce y sabe de algunos lugares en donde el jíbaro aprovecha para “envenenar” a los jóvenes a punta de bichas y bazuco, no dude en denunciar, así sea de manera anónima, con el fin de que la Policía haga presencia. Ni la Universidad y el Estadio están para que el consumidor vaya y contamine, ni los parques están para que los expendedores se lo tomen como centro de negocios, como hace bastante tiempo sucede en el parque de la sexta etapa del Jordán, contiguo a la antigua sede de los bomberos voluntarios.

REDACCIÓN EDITORIAL

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