Irma y dos amigos peligrosos

La tarea entonces ahora será para el gobierno y para los organismos encargados de reconstruir carreteras, reestablecer servicios y reparar los daños que no alcanzan la mitad en dólares de lo que se había presupuestado.

Luego de la furia de Harvey, el cual dejó una gran cantidad de daños y pérdidas principalmente en Houston en el estado de Texas, el huracán Katia, el huracán José, y el huracán Irma, causaron fuertes estragos en el Golfo de México, Miami, Tampa, Orlando, y en algunos países caribeños como Cuba, en donde este último dejó un saldo de 10 muertos.

A pesar de las fuertes tempestades y las inundaciones provocadas por este trio y principalmente por Irma en el estado de Florida, el rápido accionar de las autoridades y la diligencia de los ciudadanos para atender los llamados de alerta y evacuar de manera ordenada y en calma, evitó el colapso y poco a poco el huracán más fuerte de todos, se debilitó al igual que Katia y que impactó México. Más de 6 millones de personas obedecieron la orden del Presidente Trump, y dejaron sus casas para buscar refugio en otros estados. Curiosamente cuando los americanos conmemoraban 16 años de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, Irma fue degradado a tormenta tropical y aunque la alerta continua a causa del huracán José de menor impacto, se podría decir que la calma y la tranquilidad regresaron.

Paulatinamente los residentes de Miami han ido retornando a su ciudad para evaluar los daños, y se han encontrado con todo tipo de sorpresas, como aquella de percatar la presencia de animales marinos como caimanes y lagartos en zonas residenciales, pero también con la falta de servicio de energía eléctrica en casi un 33% de la ciudad, el corte de las comunicaciones, y todo tipo de problemas y daños materiales que superan los 40 mil millones de dólares. A pesar de que con Irma se temía lo peor debido a su categoría 5, la cual hablaba del fenómeno natural más poderoso registrado en la zona, por fortuna no fue así, y aunque el impacto fue fuerte e inclemente, los americanos, y especialmente los habitantes de Florida, sabrán reponerse.

La tarea entonces ahora será para el gobierno y para los organismos encargados de reconstruir carreteras, reestablecer servicios, y reparar los daños que no alcanzan la mitad en dólares de lo que se había presupuestado. Si hay algo que bien sabe el americano nato, es que su país se repone fácil, y siempre está listo para enfrentar la adversidad de la mejor manera. Para ello, el presidente Donald Trump declaró el estado de catástrofe natural para Florida, lo cual permitirá la entrada de recursos a través de los fondos federales y que servirán para aliviar arrendamientos temporales, reparación de hogares y otro tipo de programas de ayuda para particulares y dueños de negocio, lo cual caerá muy bien a quienes lo han perdido todo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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