¡Trabajo en equipo!

Señor Gobernador, señor Alcalde, a juntos los caracteriza el trabajo incansable y la eficiencia en las ejecutorias: ¡únanse!, y entre todos, con apoyo de los gremios, de las universidades y de cada ibaguereño de a pie, trabajemos los próximos dos años por nuestra tierra firme.

a disputa política entre el gobernador Óscar Barreto y el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, no se detiene, y con el pasar de los días seguramente se irá incrementando el tono de la misma. Tan frecuentes han sido las pullas, las indirectas - directas y las acusaciones de parte y parte, que el tema se ha vuelto incómodo no solo para los dos mandatarios, sino también para los ciudadanos, y por supuesto los medios de comunicación que quedamos en medio del “fuego cruzado”.

El más reciente episodio, vivido en relación con los regalos para Ibagué en su cumpleaños número 467, pareció alertar sobre lo que se viene con miras a la próxima campaña electoral, en la que ambos mandatarios tienen sus fichas y candidatos con los cuales competir y hacer frente al otro. Por un lado, el Gobernador entregó el nuevo puente de El Totumo, en un acto considerado por algunos jaramillistas como desafío a la Administración municipal, y por el otro el Alcalde ofreció un concierto gratuito para los ibaguereños, criticado por los barretistas por su alto costo.

No obstante, si lo que queremos es unión y esa paz de la que tanto hablamos todos por estos días, a ninguno de los dos grupos políticos podremos darle la razón. Hoy más allá de hacerle eco a la cizaña, y mala leche como lo hacen algunos, lo que queremos desde aquí es generar un respetuoso llamado de atención, tanto al Alcalde como al Gobernador, en el marco de las buenas relaciones y la armonía que como los dos líderes políticos más importantes de esta región que son, deben promover.

Estamos a escasos dos meses de concluir el segundo año de gobierno de ambos, y no se ha visto la primera obra en conjunto para nuestra capital, lo cual permite pensar en que el tema entre ambos además de ser político, se ha vuelto personal, y ha contagiado a secretarios, asesores y funcionarios de ambas administraciones.

“Cada loro en su estaca”, dijo el Gobernador cuando se le preguntó meses anteriores por los desacuerdos con el Alcalde, y aunque aquello tiene sentido, el trabajo en equipo, los esfuerzos compartidos y la disposición real y madura de ambos contribuirían mucho más a las cosas buenas de que nuestra ciudad requiere.

Señor Gobernador, señor Alcalde, a juntos los caracteriza el trabajo incansable y la eficiencia en las ejecutorias: ¡únanse!, y entre todos, con apoyo de los gremios, de las universidades y de cada ibaguereño de a pie, trabajemos los próximos dos años por nuestra tierra firme.

REDACCIÓN EDITORIAL

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