Un llamado a la cordura y a la coherencia

Parafraseando a algún colega de relevancia nacional, no estaría de más recordar que ni los medios de comunicación, ni los periodistas, estamos para ser populares o caerle bien a todo el mundo, y si los odios y las calumnias llegan gracias al juicio de nuestro trabajo, podremos entonces darnos por bien servidos.

Si hay algo fundamental para cualquier democracia es justamente la labor de la prensa. La misión periodística además de tener como eje principal la información verídica y confiable, consiste en velar por el buen manejo de los recursos públicos, y señalar y denunciar las irregularidades que puedan presentarse en medio del ejercicio político y administrativo.

Infortunadamente y como es normal, en el camino hay quienes reaccionan o son reacios a las informaciones, críticas, cuestionamientos y opiniones que como medio de comunicación debemos asumir; generando situaciones incómodas y enfrentamientos de una sola vía y ataques que no deberían tener lugar.

La semana anterior, sonadas fueron las aseveraciones del alcalde de Ibagué Guillermo Alfonso Jaramillo, en contra de los medios de comunicación de la ciudad, entre ellos EL NUEVO DÍA, a quien el burgomaestre señaló de manera indirecta y poco clara, sobre una supuesta relación con un siniestro personaje de la región, al que hoy ni vale la pena mencionar.

Aunque probablemente la intención de Jaramillo giraba en torno a alimentar la pelea que ha cazado con algunos de nuestros colegas, y eludir en algo las críticas que se le han hecho a algunos de sus funcionarios, lo dicho atenta contra el buen nombre de esta rotativa y pone en tela de juicio la labor de quienes durante los últimos 25 años han trabajado de manera honesta y juiciosa en favor de la información para los tolimenses. No es nada coherente hablar de paz a cada rato y a su vez estar ofendiendo e irrespetando a quien no está de acuerdo con su pensar o actuar.

Aunque no hace parte de las intenciones de quienes aquí laboramos, generar más bronca o batalla de teclas y micrófonos con el mandatario local, entre otras cosas porque no es esa la función de los medios de comunicación, nos permitiríamos sugerirle a través de este espacio, que en caso de tener evidencias que involucren a esta casa editorial o alguno de nuestros periodistas, miembros de junta o accionistas, con el oscuro personaje al cual hizo referencia el pasado 8 de diciembre en el marco de la rendición de cuentas del IBAL, que se acerque a la Fiscalía, denuncie o aporte las pruebas que tenga que aportar, pues mal haría como gobernante ocultar información en un caso de la magnitud de lo referenciado. De la misma manera la FLIP, a través de comunicación escrita, exhortó a Jaramillo, quien pareció olvidar las amenazas y ataques del delincuente mencionado, a finales de la década de los 90, en contra de este medio.

Tal y como lo hemos manifestado y reiterado en muchas ocasiones, nuestra única misión es ser garantes de la verdad, de la transparencia y, ante todo, ser veedores y guardianes vigilantes en una sociedad cada vez más convulsionada. En ese sentido, seguiremos trabajando, incomodando si es preciso y argumentando con altura, con respeto, pero principalmente siempre pensando en nuestros lectores.

Parafraseando a algún colega de relevancia nacional, no estaría de más recordar que ni los medios de comunicación, ni los periodistas, estamos para ser populares o caerle bien a todo el mundo, y si los odios y las calumnias llegan gracias al juicio de nuestro trabajo, podremos entonces darnos por bien servidos.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios