Las lluvias en el país no dan tregua. El segundo trimestre del año continuó con aguaceros en las diferentes regiones de Colombia y, según el Ideam, este clima se prolongará hasta comienzos de julio. En el Tolima, las intensas lluvias han dejado inundaciones y barrizales, pero también, y lo más doloroso y preocupante, son las dos víctimas mortales que hasta el momento deja la creciente de la quebrada Las Lajas en el municipio de Icononzo.
Claudia Aristizábal de 33 años, y su pequeño hijo Sebastián Orozco, perecieron por cuenta del crecimiento súbito de la misma, y solo hasta varios días después de la tragedia, fueron encontrados sus cuerpos a varios kilómetros de distancia.
Aquello además de enlutar a una familia tolimense, debe generar una alerta inmediata no solo a las autoridades de gestión del riesgo, sino también al gobierno departamental y a los gobiernos municipales para que tomen medidas de contingencia, y a la misma población civil, para que estén atentos ante cualquier eventualidad.
Carreteras como la que conecta a Planadas con el sector de Bilbao, y vías de acceso a Ataco, Fresno, y Chaparral, han sido afectadas por cuenta de las tormentas, e incluso en el municipio de Purificación, en donde hasta en invierno el calor es desesperante, la noche del pasado lunes, la lluvia destechó casas, y dejó sin fluido eléctrico a una buena parte del pueblo, que, a falta de Alcalde, por cuenta de una floja y mal argumentada renuncia, se quedó durante varias horas sin energía.
De la misma forma, en el municipio de Mariquita, y en donde se instalaron algunas alarmas de emergencia y evacuación por parte de la administración local, las mismas no han funcionado, y ha sido inútil el esfuerzo, aparentemente por un problema técnico que con gestión y juicio de parte de las entidades encargadas bien pudiera solucionarse, para que fueran útiles en un momento de crisis.
Hoy, especialmente el municipio de Villarrica sigue generando la mayor preocupación en el Tolima, por cuenta de la falla geológica que atraviesa el pueblo, y que, ante los fuertes aguaceros, e inundaciones que pueden generarse por motivo del crecimiento de las quebradas que allí pasan, las consecuencias pudieran resultar lamentables.
Algo positivo que pudiera rescatarse en medio de todo aquello negativo que deja el invierno, es que al menos en nuestra capital, si bien el servicio de agua, se ha tenido que racionar en algunos momentos, la diferencia a como era antes el servicio, es abismal, y en efecto, ha mejorado en manos del Ingeniero Alberto Girón.
El consejo, para todos los tolimenses en esta época de lluvias, además de cargar la sombrilla y el saco para todos lados, es estar preparados siempre, con linterna, medicamentos, pitos, y estar atentos, también con los virus que se suelen propagar. Fumigaciones, vacunas, lavado de tanques, todo eso hace parte de las medidas de prevención, que muchos suelen ignorar.
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