En la calle con De la Calle

Como dicen, la política es dinámica, sin embargo, resulta bastante curioso que aquí el liberalismo pareciera estar volviendo a sus antiguas raíces, que poco o nada de esencia e identidad han tenido algunos líderes como los ‘trillizos’, incluso su máximo líder y cerebro Mauricio Jaramillo.

El rojo parece que está volviendo a sus orígenes. Eso pudiéramos pensar del partido Liberal, al menos en el Tolima, en donde pareciera que las fuerzas de ese movimiento han ido mutando a los sectores de izquierda, encarnados por el llamado progresismo del actual candidato presidencial Gustavo Petro, y que últimamente quieren parecer estar cerca ideológicamente de lo que fuera el liberalismo gaitanista, pero lejos de lo representado por el expresidente César Gaviria, quien parece estar solo preocupado por el futuro inmediato de su descendencia y que incluso ha pensado en servir de comodín para apoyar al candidato conservador de la contienda: Iván Duque.

La crisis de los rojos a nivel nacional, pareciera haber tocado fondo, cuando se ha dicho que pese a la consulta de $40 mil millones para elegir candidato, De la Calle no haya recibido el apoyo esperado por parte del partido y de las directrices de su presidente Gaviria, quien paradójicamente es suegro del director del partido Conservador, David Barguil. Es decir, el doctor gana con cara y con sello, todo queda en familia.

Esa gran deserción no ha sido ajena al Tolima, aunque de manera distinta. Mientras que a nivel nacional se buscan alianzas con los némesis de los rojos, aquí luego del desfalco de los Juegos, y de la nefasta Alcaldía del hoy recluso Luis H. Rodríguez, el desgaste y la desfavorabilidad, evidenciada en las pasadas elecciones de marzo, han sido relevantes, al punto de que la recién proclamada cabeza del liberalismo en el Tolima, Olga Beatriz González, pareciera estar enfilando baterías en la campaña del exalcalde bogotano, no necesariamente para la segunda vuelta.

Petro, quien visitó Ibagué, la semana pasada, y atiborró el Murillo Toro, en gran parte con amigos de la Administración municipal, fue acogido por Olga B. en su residencia, en donde pernoctó, demostrando así quizás, que esa es su verdadera esencia, recordemos que sus campañas iniciales fueron en el Polo Democrático Alternativo, por tanto, no debería ser escandalosa su hospitalidad o mejor, su anfitrión, pues además, es completamente lógico el que uno lleve a su casa a sus amigos, a sus verdaderos amigos, y en la calle con De la Calle.

Como dicen, la política es dinámica, sin embargo, resulta bastante curioso que aquí el liberalismo pareciera estar volviendo a sus antiguas raíces, que poco o nada de esencia e identidad han tenido algunos líderes como los ‘trillizos’, incluso su máximo líder y cerebro Mauricio Jaramillo.

No hay que olvidar que al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, quien fungiera como secretario de Gobierno y de Salud de Petro en Bogotá, fue elegido en parte con voto de opinión, pero también gracias a la maquinaria liberal manejada en ese entonces por su hermano, en donde el damnificado resultó ser Rubén Darío Rodríguez, a quien en ese momento le hicieron la “De la Calle”.

REDACCIÓN EDITORIAL

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