Solidaridad ibaguereña

Por ahora más allá del censo, la clase dirigente no ha tomado acciones voluntarias para ayudar de alguna manera a los venezolanos en Ibagué, y no estaría de más pensar, en una jornada de ducha con un camión de bomberos, alguna brigada de salud, o algo que les permita hacer un poquito más ameno su paso por nuestro territorio, solidaridad que desde siempre nos caracteriza.

Nuestra ciudad se convirtió en camino obligado de cientos de venezolanos que huyen de las garras de la miseria que se vive desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia. Aunque hasta enero de 2018 habían reportados en migración, unos 500 ‘chamos’ que residen en la capital del Tolima, muchos otros, son los que recorren nuestros caminos con el fin de abastecerse y entretener lo duro de sus días, mientras llegan a otros destinos como Ecuador y Perú.

En redes sociales, muchos son los grupos en donde se dejan ver venezolanos que buscan oportunidades en Ibagué, y otros tantos, que quieren llegar en búsqueda de una mejor calidad de vida, recibiendo de parte de nuestros paisanos, solidaridad, apoyo y guía, cosa que les ha permitido a muchos, instalarse, conseguir un empleo temporal, y una vivienda digna, mientras solucionan sus propios infiernos.

Las variantes de Ibagué, Boquerón, y el sector de Buenos Aires, son algunos de los lugares en donde se pueden observar gran cantidad de venezolanos, entre los que se encuentran mujeres, bebés y niños, en el rayo del sol inclemente que hace por estos días, pero también, quienes combaten las esporádicas lluvias que llegan por las noches.

Tal y como registrara EL NUEVO DÍA esta semana, la mayoría de ellos viven de la caridad y el trato amable de vecinos y transeúntes de aquellos sectores, principalmente camioneros, quienes los han acogido con aprecio y extrema solidaridad, pero, aun así, su situación es compleja.

Además de reconocer la solidaridad de aquellos ibaguereños no solo con los venezolanos, sino con todo aquel conciudadano, que ha llegado a la ciudad musical con el fin de una nueva vida, hoy queremos hacer un llamado respetuoso al sector empresarial de la ciudad. Recordarles que a veces ni siquiera basta con ir hasta la variante, sino que aquí mismo en el centro y el interior de la ciudad, decenas de venezolanos transitan de semáforo en semáforo, pidiendo dinero, y principalmente comida.

La invitación es para que nuestros empresarios, les aporten alguna ayuda a esas familias que hoy están aquí y nos necesitan, ya sea como parte de responsabilidad social empresarial, o por simple caridad humana. Agua, alimentos no perecederos, frutas, verduras, y todo aquello con lo que pueda aportárseles, les caería de perlas.

Por ahora más allá del censo, la clase dirigente no ha tomado acciones voluntarias para ayudar de alguna manera a los venezolanos en Ibagué, y no estaría de más pensar, en una jornada de ducha con un camión de bomberos, alguna brigada de salud, o algo que les permita hacer un poquito más ameno su paso por nuestro territorio, solidaridad que desde siempre nos caracteriza.

REDACCIÓN EDITORIAL

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