Larga vida a la Cruz Roja

No todas las personas tienen vocación de servicio, pero cada vez se hace más necesario multiplicar esfuerzos, no solo médicos, sino humanos, que en gran medida, también requieren de gente capaz y dispuesta de dar y servir al otro sin esperar algo a cambio. Gracias a la Cruz Roja, y por supuesto, que ayudaremos a ayudar cuando se requiera.

La imagen inconfundible de la Cruz Roja ha sido protagonista en la mayoría de los sucesos recordados en el mundo. Desastres naturales, terremotos e incluso acciones terroristas, hacen parte de los escenarios en donde los voluntarios de dicho organismo, han hecho presencia con el fin de socorrer y ayudar.

Aunque aquel logo resulta siendo uno de los más conocidos y respetados a nivel internacional, incluso por los más violentos, sin embargo, algunos no han reconocido como debería ser, las labores de ayuda que presta ese organismo en más de 186 sociedades nacionales, con presencia de unos 11 millones de voluntarios.

La historia de la Cruz Roja se remonta 155 años atrás, cuando el filántropo suizo Henry Dunat, se dio cuenta que los ejércitos de Austria y Francia se enfrentaban, y sus hombres caían heridos en combate sin tener algún tipo de auxilio médico. Dunat, en asocio con la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, concibieron un organismo conformado por voluntarios entusiastas y dedicados, para darle paso al Comité Internacional de la Cruz Roja en 1863, que se extendió por el mundo.

Desde entonces, la Cruz Roja ha hecho presencia en las dos guerras mundiales, y en cientos de desastres alrededor del mundo, como es el caso de la tragedia de Armero en 1985. Ayudas humanitarias, primeros auxilios, labores de rescate, vacunación, donación de sangre, entre muchos otros gestos y servicios médicos, están ligados a dicho organismo, que, en el Tolima, hace presencia, con una gran oferta institucional, de la cual nos sentimos orgullosos, e invitamos a proyectar y a apoyar decididamente.

Valores fundamentales de la Cruz Roja, como la humanidad, la imparcialidad, el voluntariado y la unidad, buscan representar lo mejor del ser humano, y es a ello, a lo que muchos deberían apostarle, ya sea en la vida cotidiana, o a través de las empresas, y principalmente de las actividades políticas.

Si hay algo que tiene la Cruz Roja es que no discrimina por condición de nacionalidad, raza, género, ideología política, entre otros, y como si se tratara simplemente de una organización obligada a ayudar al que lo necesite, incluso al violento que propicia conflictos, allí radica lo especial y humano, que caracteriza a dicho organismo desinteresado, que desde luego requiere fondos y ayudas, como cualquier entidad, con el fin de ser sostenibles en el tiempo.

Resulta este un buen momento para agradecerle a los millones de voluntarios en el mundo. No todas las personas tienen vocación de servicio, pero cada vez se hace más necesario multiplicar esfuerzos, no solo médicos, sino humanos, que en gran medida, también requieren de gente capaz y dispuesta de dar y servir al otro sin esperar algo a cambio. Gracias a la Cruz Roja, y por supuesto, que ayudaremos a ayudar cuando se requiera.

REDACCIÓN EDITORIAL

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