Pico y Placa todo el día

La Ibagué que soñamos merece un aporte de todos, y más si se trata de un elemento cultural, como el de descontaminar al menos durante un día la ciudad, de usar transporte público o de usar la bicicleta.

El tema de Pico y Placa en Colombia ha sabido funcionar en algunas ciudades. Que haya sido una medida de choque con el fin de contrarrestar los embotellamientos y trancones de la Bogotá de los años 90, no le quita que sea una solución, y hoy en día, una medida necesaria, en varias de las ciudades colombianas, que cada día se llenan más de carros y motocicletas, y no se desarrollan con nuevas vías.

En Ibagué, por ser una ciudad promedio al igual que Manizales, la medida ha tenido contradictores desde el 2002, año en el que se realizaron las primeras jornadas pedagógicas, que fueron tumbadas a través de acciones de tutela.

Sin embargo, 16 años después, podríamos decir que no hay marcha atrás, y que la medida, que, en su momento, la veíamos lejana, y solo oportuna para la Capital de la República, hoy es una necesidad imperiosa, y lo es mucho más, la modificación que parece pretende realizar la administración del alcalde Jaramillo.

Actualmente el Pico y Placa en la capital del Tolima funciona en dos horarios para vehículos particulares, todo el día para taxis y buses, y ausente para motocicletas. Aunque en su momento fue un buen inicio con el fin de ir generando conciencia, y evaluando la necesidad de ampliarlo, hoy ante la ausencia de calles y avenidas, y con el fin de garantizar una efectiva movilidad, pareciera que llegó el momento de implementar la medida todo el día para vehículos particulares, y analizar detenidamente las restricciones a las motocicletas, que actualmente, representan la exorbitante cifra de más de 100 mil en las calles ibaguereñas.

Un Pico y Placa como el que tiene Ibagué actualmente se queda corto, porque esta ciudad se mueve principalmente al mediodía, y que, a las 12 horas y a las 2 p.m., los vehículos puedan movilizarse sin ninguna restricción, no garantiza que la medida funcione adecuadamente, pues quienes quieren hacerle quite al Pico y Placa, salen a las 9 de la mañana y regresan antes de las 5 p.m., pero tienen “gabela” a la hora del almuerzo, tiempo de mayor congestión.

La Ibagué que soñamos merece un aporte de todos, y más si se trata de un elemento cultural, como el de descontaminar al menos durante un día la ciudad, de usar transporte público o de usar la bicicleta.

REDACCIÓN EDITORIAL

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