No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no llegue. Esta frase cae como anillo al dedo para lo que va a pasar esta semana en el curso del proceso electoral que terminará con la elección de autoridades locales y regionales en Colombia, en octubre de este año.
¿Por qué lo decimos? El Consejo Nacional Electoral (CNE) le fijó a los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, el martes 26 de febrero como fecha límite para manifestar si están interesados o no en optar por una consulta popular, interna o interpartidista para definir a sus candidatos a las alcaldías y a las gobernaciones.
De acuerdo con la organización electoral, el 26 de mayo es la fecha establecida para que las colectividades que hagan el requerimiento, elijan a los aspirantes que las representarán en los comicios locales y regionales de octubre.
En caso que decidan recurrir a este mecanismo de participación, los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, tendrán plazo hasta el 7 de abril para adelantar los procesos internos estatutarios; es decir, encuestas, sondeos de opinión, convenciones o asambleas, entre otros, que permitan seleccionar los precandidatos que participarán en la consulta popular, interna o interpartidista. La inscripción de los “ungidos”, para participar en dichas consultas se hará en la Registraduría Nacional entre el 8 y el 26 de abril. Cabe precisar, que los partidos tendrán un periodo de dos meses (hasta el 26 de abril), para retractarse y cancelar la solicitud.
En el Tolima, parece que sólo el Centro Democrático ha manifestado que “echará mano” de este mecanismo para elegir su candidato a la Gobernación. Luego de la cumbre en Fedearroz, con el máximo líder del partido del Gobierno, Álvaro Uribe, quedó en el borrador que cuatro precandidatos, aunque, pareciera que finalmente solo tres, son los que se medirán en una encuesta. Pues dicho partido, al no estar a gusto con sus dos aspirantes “pura sangre”, permitió el ingreso de dos ‘paracaidistas’, que sin duda alguna, fracturarán radicalmente la clientela. Craso error.
Una conversación entre el expresidente Uribe y el exsenador Mauricio Jaramillo podría abrir las puertas a una consulta entre el CD y el “alicaído” partido Liberal; aunque en esa reunión no se habló precisamente de la empresaria Olga Beatriz González, sino del exmagistrado Mauricio González Cuervo. Si ese acuerdo no se da el martes, las dos colectividades deberán buscar otro mecanismo como alianza o adhesión; si es cierto que se cuaja una unión.
Por los lados del Partido Conservador, todos los caminos conducen al “barretista” Ricardo Orozco, quien ya hizo acuerdos “programáticos” con Jaime Yepes de la U, el Mira y Aquileo Medina de Cambio Radical, las ‘locuras’ y desespero de los anteriores, parece que cada vez más fortalece a los azules.
Fuentes cercanas al exparlamentario Emilio Martínez, máximo jefe de Cambio Radical, aseguran que aún está deshojando la margarita; lo mismo que el representante José Élver Hernández, quien ha dicho, que después de la alianza con el senador Miguel Ángel Barreto para las elecciones al Congreso, no le juega a eso de “dos niños con una boleta”.
En el mundillo político hay quienes dicen que esas consultas dividen. Recuerdan la frase del entonces candidato a la Alcaldía de Ibagué Jorge Tulio Rodríguez. Luego de perder la consulta con Ricardo Ferro afirmó: “yo voy a votar por él, pero mi mamá va a votar por Luis H.”. Otros, por el contrario, defienden ese mecanismo; afirman que gracias a él, Jesús María Botero, y el “malogrado” Luis H., llegaron a la Alcaldía de Ibagué en el entonces, amo y señor, partido Liberal. Eran otros tiempos.
De las alianzas para alcaldías, incluida Ibagué, nos ocuparemos en otro momento.
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