"Vamos. Hay venezolanas”. La frase es dura, lapidaria; pero, lamentablemente, se ha vuelto popular en pueblos y ciudades de Colombia en una especie de “machismo estigmatizante”. Generalizadas, suponemos que es por la belleza de las mujeres venezolanas, que tantos concursos internacionales han ganado. La lista de los reconocimientos mundiales a la belleza de las mujeres del vecino país, es larga.
Y es que al menos el 49% por ciento de los migrantes venezolanos son mujeres, según Migración Colombia. En total, este año, fácilmente, el número de refugiados en nuestro país, procedentes de Venezuela, podría llegar a los dos millones; según las estimaciones de la misma entidad estatal. La razón, el Gobierno del presidente Duque mantiene abierta la frontera, compuesta por 2.219 kilómetros. Aquí se incluyen las incontables trochas y pasos “ilegales” históricos, por donde se puede ingresar al territorio nacional.
La crisis humanitaria en el “hermano país” es de grandes proporciones. El video del periodista Jorge Ramos de Univisión, donde muchas personas se pelean desperdicios en un carro de la basura, es apenas un asomo de lo que sucede en las calles de ese país. Irónicamente, el régimen de Maduro desconoce la crisis y hasta ofreció ayuda al Departamento del Chocó; es ridículo!
Según los registros oficiales, un alto porcentaje de los refugiados está entre los 18 y los 19 años de edad y otra gran franja está entre los 30 y 39 años. Bogotá es la ciudad que más ha acogido a los migrantes venezolanos. El top 5 de los departamentos más receptores son Norte de Santander, La Guajira, Atlántico, Antioquia y Santander. Tolima, ocupa el puesto 20 en esa estadística, en donde su gran mayoría están dedicados a trabajos informales; y lamentablemente, un importante porcentaje de mujeres se ha dedicado a la prostitución. No hay registros exactos, pero el problema social es latente.
Analistas opinan, que en este fenómeno social de migración, podría estar gran parte de la respuesta, al creciente porcentaje del desempleo en Colombia, que según el Dane se ubicó en el 12,8% en enero de 2019; el más alto desde 2011.
Sin lugar a dudas no es una cifra para estigmatizar a los venezolanos; es un nuevo panorama para tener en cuenta a la hora de crear estrategias de generación de nuevos puestos de trabajo. En palabras sencillas, aumentó, significativamente, el número de personas buscando oportunidades laborales.
Sumado a lo anterior, más de 360 militares de la Guardia Venezolana han desertado y llegado a Colombia. Seguramente, las Fuerzas Armadas Nacionales estarán analizando una estrategia para su sostenimiento; porque esa migración de camuflados, sin duda alguna, va a seguir en aumento cada día. Los colombianos tenemos fama mundial de buenos anfitriones y hospitalarios. Creemos que en esta oportunidad, se viene hasta el momento ratificando ese concepto; pero no debemos caer en posiciones xenófobas y menos estigmatizar a las mujeres venezolanas; porque como están las cosas allá, seguirán llegando cientos y cientos, todos los días.
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