¿Ibagué ciudad creativa de la música de la Unesco? ¿Y por qué no soñar?

La capital tolimense acaba de renovar la marca Ibagué Capital Musical hasta el 2029; de igual forma, cursa en el Congreso un proyecto de Ley para convertirla en Distrito Creativo y Musical. Qué tal, si todas esas acciones se articularan por encima de las diferencias personales y partidistas.

Los hechos culturales, muy significativos, en Colombia nos llaman a pensar sobre el futuro de la Capital Musical como verdadero epicentro de la cultura en nuestro país; mucho más allá de una denominación que en la práctica debiera tener más acciones.

La ministra de Cultura y el alcalde de Valledupar se fueron para París a presentar la Capital del Vallenato como postulante al título de ciudad creativa de la música de la Unesco. De esta lista hacen parte 180 ciudades en el mundo que trabajan juntas hacia un objetivo común: posicionar la creatividad y las industrias culturales en el centro de su plan de desarrollo local y cooperar activamente a nivel internacional en la materia. Esta Red cubre siete ámbitos creativos: artesanía y artes populares, artes digitales, cine, diseño, gastronomía, literatura y música.

El segundo hito cultural tiene que ver con la reapertura de la Hacienda Cañasgordas un ícono de la historia cultural de Cali.

Se trata de una casona ubicada al Sur de la capital vallecaucana, construida en el Siglo XVIII, epicentro de la vida económica y detallada en la novela costumbrista el Alférez Real, del escritor Eustaquio Palacios. Acaba de ser reabierta al público como un bien cultural de la nación, con una inversión estatal por parte de la Gobernación del Valle y la Alcaldía de Santiago de Cali, que superó los 4 mil millones de pesos.

La capital tolimense acaba de renovar la marca Ibagué Capital Musical hasta el 2029; de igual forma, cursa en el Congreso un proyecto de Ley para convertirla en Distrito Creativo y Musical. Qué tal, si todas esas acciones se articularan por encima de las diferencias personales y partidistas.

Ibagué está bastante lejos de organizar un Festival anual como el de la Leyenda Vallenata y ni siquiera le ha puesto cuidado, como si lo hizo Cali con Cañasgordas, a ese Patrimonio que es la casa donde nació el maestro y escritor Jorge Isaacs (se cae a pedazos); pero no es descabellado pensar en postular a la capital tolimense como ciudad creativa de la música de la Unesco. Falta mucho por recorrer, pero si no empezamos, poco avanzamos.

REDACCIÓN EDITORIAL

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