Ni la más segura, ni la más insegura

¿Cómo ayudamos a las autoridades a que los capturen? Ese es el deber ser del buen ciudadano. La seguridad y la confianza deben ir unidas y nos debe comprometer a todos, tanto a dirigentes políticos como a los ciudadanos.

Un poco más de 20 segundos duró el atraco o el “taquillazo” -así llaman las autoridades a esta modalidad- a Central Pecuaria, una empresa dedicada a la comercialización de productos agropecuarios, ubicada en el corazón de Ibagué. Se trata de una de las más reconocidas empresas en este sector económico, fundada y administrada por la familia de actual gobernador del Tolima, Óscar Barreto.

El propio mandatario seccional, una vez conoció de la acción delincuencial, descargó toda su “ira santa” en su cuenta de Twitter contra la Policía Metropolitana, porque según, su parecer, la Ciudad está tomada por la delincuencia. La riposta no se hizo esperar por parte del coronel Nicolás Aristizábal en defensa de sus hombres y de la Institución que representa.

Una acción rápida, efectiva y contundente de la Policía permitió la captura de los tres presuntos fleteros en el Sur de la Ciudad. Es posible que la andanada de críticas del gobernador haya motivado el Plan Candado efectivo para dar con los delincuentes; pero caer en esa apreciación ligera sería desconocer los golpes certeros que ha dado la Policía en estos meses y que, sin discusiones, han significado una disminución en los índices de atraco y otras modalidades.

La experiencia acumulada de estos años indica que la seguridad es asunto de todos y debe incluir varias estrategias y elementos. Por ejemplo: La cámara de seguridad en Central Pecuaria fue clave para atrapar a los delincuentes. Se necesitan muchas más, muchos ojos más vigilando. Los frentes de seguridad ciudadana también ayudan, las alarmas, así como la comunicación eficaz de los ciudadanos con las autoridades y estas, a su vez, con sus pares civiles y militares.

Hace algunas semanas el Secretario de Gobierno del Tolima aseguró que no se estaban incubando disidencias de las Farc en el Sur del Tolima. Capturas posteriores lo desmintieron. Así tampoco se construye seguridad, generando desconfianza.

Los atracadores están al acecho de incautos y nos pueden sorprender, cuando menos lo pensamos, como lo hicieron con la cajera de Central Pecuaria. ¿Cómo ayudamos a las autoridades a que los capturen? Ese es el deber ser del buen ciudadano. La seguridad y la confianza deben ir unidas y nos debe comprometer a todos, tanto a dirigentes políticos como a los ciudadanos.

EL NUEVO DÍA

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