Los rectores y la formación de los jóvenes tolimenses

Vivimos en una época de serias incertidumbres y, en últimas, en el Tolima requerimos que las nuevas generaciones desarrollen capacidades para manejar sus vidas, en lo personal, profesional y comunitario, con un sentido critico, ético y de servicio, para construir futuros deseables.

Los medios, con frecuencia registran avances sobre la educación en el Tolima; avances importantes en cuanto a infraestructura, mejoras locativas, número de colegios, cobertura. Pero, poco sabemos los ciudadanos acerca de los planes de las administraciones departamental y municipal en cuanto a la calidad de la educación que, en últimas, se concreta en la relación profesor-alumno en el aula.

El ser humano es curioso por naturaleza. El deseo de saber y la actitud de indagar e ir más allá de lo que ve, está presente durante toda la vida. Pero, es tarea del sistema educativo, orientar esta curiosidad innata de los jóvenes de forma consciente e intencional, con el apoyo de maestros bien formados que promuevan ambientes creativos en el aula. Con ellos se busca construir autoestima en niños y jóvenes, y formar en las nuevas generaciones la mejor actitud para la toma de decisiones argumentadas, que será importante más tarde en sus vidas. La curiosidad es el primer paso para la formación de científicos, empresarios, artistas, profesionales exitosos.

Si bien, con apoyo de las tecnologías de información los jóvenes cuentan con más herramientas de estudio, los maestros deben ayudar a encauzar sus intereses para que entiendan que allí encuentran una forma inagotable de aprender y estar al día. Si los jóvenes solo las utilizan para el entretenimiento y no como una forma importante de aprender, inevitablemente se van a quedar atrás porque, en otros países, el uso de las tecnologías de la información sí hace parte de los sistemas educativos. Y, hoy, la competencia es muy fuerte.

Las áreas de Calidad de la Educación en el Tolima deben aumentar el énfasis en la formación de los maestros. Necesitamos maestros entusiastas, curiosos, estudiosos e investigadores de métodos de enseñanza que promuevan un aprendizaje más significativo y pertinente en los jóvenes, mediante el uso de metodologías activas. Estas fortalecen en el estudiante la motivación por el estudio y ponen el énfasis en el trabajo creativo del alumno, con el apoyo muy cercano del profesor y bajo unas directrices informadas de los rectores.

Vivimos en una época de serias incertidumbres y, en últimas, en el Tolima requerimos que las nuevas generaciones desarrollen capacidades para manejar sus vidas, en lo personal, profesional y comunitario, con un sentido critico, ético y de servicio, para construir futuros deseables. Por eso, es tan importante y urgente que los rectores y maestros en los colegios comprendan la importancia de su tarea formadora de ciudadanos conscientes de su compromiso con ellos mismos, su región y el país.

REDACCIÓN EDITORIAL

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