La investigación y la región tolimense

Las posibilidades están abiertas y existe un buen ambiente de participación interuniversitaria. El futuro no se construye en forma individual. La cooperación interinstitucional es indispensable en este mundo cambiante y altamente competitivo.

En días pasados, el Tolima recibió una patente de invención colectiva para el mejoramiento del proceso de soasado de la hoja de cachaco. Este ejercicio fue el resultado del trabajo colectivo de la Universidad de Ibagué, la Universidad del Tolima, Agrosavia y el Sena, y fue financiado por el Fondo de Ciencia y Tecnología del Sistema General de regalías.

Se espera que este dispositivo, que beneficia alrededor de quinientas familias indígenas de los municipios de Natagaima y Coyaima, sea el primer paso para avanzar en la transformación tecnológica de la agrocadena de este producto en el Tolima.

La construcción del conocimiento es un proceso colaborativo en el que participan institutos de investigación, universidades, diversas disciplinas y países. La época en la que los investigadores trabajaban solos ha quedado atrás porque, sencillamente, la complejidad de la vida y la abundancia en la información requieren de la participación de equipos de investigación. Por eso, celebramos que la Universidad de Ibagué y la del Tolima sigan fortaleciendo los vínculos que las unen para trabajar en apoyo al Departamento.

En la Universidad de Ibagué, por ejemplo, el 70% de los proyectos de investigación que se aprueban deben estar integrados al desarrollo regional, con una comunidad vinculada y beneficiada, y siguiendo los lineamientos del Plan estratégico de Ciencia y Tecnología del Departamento. Así contribuye la Universidad en la proyección de los índices de competitividad del Tolima, a través de artículos académicos, diseños industriales y patentes, como la ya mencionada.

De otro lado, la Universidad avanza en la presentación de convocatorias conjuntas en beneficio del Tolima, por ejemplo, con la Red de Universidades del Alto Magdalena. Con este ambiente de participación se busca generar vínculos de cooperación conjunta para que las universidades de la región generen temas propios de su entorno.

Se pretende, además, que esta forma de trabajo articulado apoye en el mejoramiento de los procesos de investigación, por ejemplo, en la utilización más racional de los recursos y la vinculación más eficiente de los equipos con la región. Este entorno social que se pretende beneficiar también espera que la universidad, desde la autoridad que le otorga el conocimiento, le ayude a comprenderse y le muestre caminos para avanzar.

Las posibilidades están abiertas y existe un buen ambiente de participación interuniversitaria. El futuro no se construye en forma individual. La cooperación interinstitucional es indispensable en este mundo cambiante y altamente competitivo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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