Las masacres en Estados Unidos y el discurso supremacista

En lo que va corrido del año, van 251 tiroteos en todo el territorio estadounidense. El mundo se pregunta por qué la primera potencial global no ha podido erradicar ese mal enquistado en la sociedad norteamericana.

Estados Unidos, el país donde vive la sociedad más armada del planeta, pues se cree que cada uno de los 300 millones de habitantes tiene un rifle o una pistola, fue escenario de una nueva y sangrienta matanza. Esta vez, contra la comunidad de inmigrantes latinos.

El asesino del supermercado Walmart de El Paso, Patrick Crusius, tiene el mismo patrón de otros atacantes: Blanco, de 21 años, tímido e inadvertido para la sociedad. Eso sí, lleno de odio.

Premeditadamente, viajó varios kilómetros desde Dallas hasta la ciudad fronteriza de El Paso para disparar su rifle semiautomático, sin misericordia, contra todo lo que se movió. El saldo: 22 muertos, de los cuales 19 eran latinos.

Cuando suceden estos baños de sangre en Estados Unidos vuelve el estéril debate sobre una legislación permisiva en cuanto a la tenencia de armas. Ahora, esa controversia es atizada por el discurso extremista e incendiario en contra de los hispanos y las minorías del presidente Donald Trump.

Reiteradamente, ha calificado de “violadores” y “narcotraficantes” a los inmigrantes mexicanos, “terroristas” a los musulmanes y ha guardado silencio frente a las masacres de supremacistas blancos.

En lo que va corrido del año, van 251 tiroteos en todo el territorio estadounidense. El mundo se pregunta por qué la primera potencial global no ha podido erradicar ese mal enquistado en la sociedad norteamericana. Posterior a la masacre de El Paso, los investigadores encontraron un manifiesto donde el joven pistolero acusaba a los hispanos de pretender invadir Texas y apoderarse de Estados Unidos.

El discurso supremacista blanco tiene como postulado que esa raza es superior en muchos aspectos a otras etnias. Urge un pronunciamiento de Naciones Unidas.

Esta es quizás de las pocas cosas que se puede hacer para evitar más baños de sangre; porque mientras esté al frente del Gobierno un presidente con ese discurso, lastimosamente veremos caer a muchos más; especialmente hispanos.

REDACCIÓN EDITORIAL

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