El revolcón que viene en Salud

El cambio no se producirá de la noche a la mañana; el paso del tiempo señalará si lo puesto en ejecución es atinado o si deben buscarse otras propuestas para encarar la difícil situación en materia de Seguridad Social.

Desde que en 1993 se expidió la Ley 100, que creó el actual Sistema de Seguridad Social Integral y hoy, 26 años después, la política de Salud Pública ha estado sometida a vientos huracanados, con aciertos, vaivenes, tropiezos, momentos críticos y errores de toda dimensión.

Los medios de comunicación han informado nutridamente al respecto y el alto número de acciones de tutela interpuestas en tal lapso ponen en evidencia las situaciones que requieren reformas para que este asunto, vital para la vida de los colombianos, marche correctamente.

Cosas atinadas se han expresado y propuesto al respecto y otras (numerosas), equivocadas, producto ellas más de episodios emotivos que de razonamientos lúcidos.

El gobierno Duque, ante la situación crítica de los hospitales, clínicas, de los profesionales en Ciencias de la Salud, del sistema mismo, considerando que el asunto no soportaba más paños de agua tibia y ante las varias opciones que tenía, optó no por redactar un conjunto de proyectos de ley que conformaran una radical reforma al Sistema de Seguridad Social en Salud para someterlo a la fuerza de los vientos encontrados y los riesgos con que puede tropezarse en el Congreso, sino, sin ruido, lograr poner en ejecución sus propuestas, que pretenden conseguir que se enmienden las cosas en tal importante frente de la administración pública.

El Gobierno, así, prefirió esta última posibilidad e incluyó en su Plan de Desarrollo una serie de políticas en materia de Salud Pública, que serán implantadas en los próximos meses. Ellas entrañan un gran revolcón en el Sistema de Seguridad Social Integral al hacer un agudo cambio en seis frentes sustanciales y atacar los puntos más críticos del asunto.

La puesta en práctica de ello confirmará si hubo o no tino; habrá aspectos que deberán ser ajustados sobre la marcha para adecuarlos a la realidad, pero a partir del 1° de enero de 2020, cuando entren en vigencia muchas de las nuevas políticas de Salud de la administración Duque, el país comenzará a vivir un revolcón en esta materia.

El cambio no se producirá de la noche a la mañana; el paso del tiempo señalará si lo puesto en ejecución es atinado o si deben buscarse otras propuestas para encarar la difícil situación en materia de Seguridad Social.

REDACCIÓN EDITORIAL

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