La indagatoria a Álvaro Uribe

Tienen los magistrados de la Corte Suprema de Justicia una responsabilidad histórica con los colombianos. Más allá de las marchas en favor o en contra, deben tomar una decisión en derecho, garantista, sin militancia política, sin caprichos o malquerencias.

Hoy tendrá lugar uno de los hechos más trascendentales para la vida política y jurídica de Colombia. Por primera vez en la historia del país un expresidente, en este caso Álvaro Uribe Vélez, deberá rendir indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia. Se trata de una diligencia inédita que tiene muchas implicaciones en la vida de la nación.

Y quién lo creyera. En este caso particular, el expresidente pasó de investigador a investigado. Uribe denunció al senador Iván Cepeda, con quien sostiene una feroz disputa política y personal, de manipular testigos en su contra. La Corte absolvió al senador del Polo y por el contrario, el entonces magistrado José Luis Barceló consideró que quien debía ser investigado era el hoy senador del Centro Democrático y validó interceptaciones telefónicas al exmandatario; aunque nunca explicó el alto Tribunal como las obtuvo.

El proceso contra Uribe tuvo su origen en el testimonio de Juan Guillermo Monsalve, hijo de un antiguo mayordomo de una de las fincas del expresidente. Monsalve acusó al exjefe de Estado de fundar el bloque Metro. El cargo por manipulación de testigos está basado en que Monsalve asegura que Diego Cadena, el abogado de Uribe, lo habría presionado para retractarse.

Nadie puede negar que el expresidente Álvaro Uribe Vélez es considerado el exjefe de Estado más influyente del último cuarto de siglo en Colombia. Su personalidad e injerencia en la política colombiana ha sido determinante. Pudiéramos decir que medio país lo quiere con veneración, otro medio lo odia con resentimiento y para unos pocos es desconocido.

Tienen los magistrados de la Corte Suprema de Justicia una responsabilidad histórica con los colombianos. Más allá de las marchas en favor o en contra, deben tomar una decisión en derecho, garantista, sin militancia política, sin caprichos o malquerencias. Las sentencias no admiten posiciones de izquierda o derecha, solo apego a la Ley. El de hoy tiene enormes connotaciones y los colombianos solo debemos acatar, sin importar lo que decida el máximo Tribunal.

REDACCIÓN EDITORIAL

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