La pobreza extrema en Colombia

Ello resalta que nuestra posición económica se ha deteriorado. Por ello aún hay compatriotas que buscan desechos de alimentos entre la basura para aliviar su hambre.

Las escenas de indígenas buscando desechos de comida en el basurero de Puerto Carreño (Vichada) para alimentarse, despertó la solidaridad de la opinión pública colombiana; muchos compatriotas, con incredulidad, vieron a una adolescente embarazada buscando sobras de comida para almorzar. Luego afloró que en La Guajira hay aborígenes que hacen algo similar.

El imaginario colectivo de muchos colombianos citadinos no logra asimilar que esto ocurra en la Colombia actual, pues las noticias resaltan que nuestro nivel de vida ha mejorado, que ha aumentado la proporción de compatriotas que han salido de la miseria, etc. ¿Qué es lo que pasa si el Estado ha hecho esfuerzos y hoy los contribuyentes pagan considerable proporción de sus ingresos a título de impuestos?

Estudios serios resaltan que dos nubes negras nos persiguen desde el siglo XIX: la violencia y la pobreza.

Es cierto, algo ha disminuido la pobreza, se ha tratado de poner fin a la violencia y se ha avanzado en la modernización del país; pero el problema es de tales dimensiones que pese a ello, desafortunadamente sigue habiendo pobreza y violencia.

Si repasamos los trabajos de don Miguel Samper sobre la miseria, publicados en el siglo XIX, las consideraciones al respecto hechas por la misma época por don Salvador Camacho Roldán y las del brillante economista del siglo XIX, Aníbal Galindo, y confrontamos tales análisis con los de estudiosos de hoy, percibimos que a pesar de que desde 1.890 ha habido crecimiento económico, expansión educativa, urbanización, y modernización, en Colombia la pobreza y la violencia han sido persistentemente altas y nuestro nivel relativo de prosperidad comparado y confrontado con el de Estados Unidos durante tal lapso se ha deteriorado. Revisando lo expuesto por don Salvador Camacho Roldán, el producto interno bruto colombiano per cápita en 1.872 fue de alrededor el 34% del que tuvo entonces Estados Unidos, hoy frente a tal país es alrededor del 23%. Es decir, ha aumentado la diferencia pese a que los colombianos hoy tenemos mayores ingresos que en el pasado.

Ello resalta que nuestra posición económica en relación con la de las naciones que lideran la economía mundial, se ha deteriorado.

Así, mucho nos falta por hacer; por ello aún hay compatriotas que buscan desechos de alimentos entre la basura para aliviar su hambre.

REDACCIÓN EDITORIAL

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