Llegó la hora de cuidar y preservar los recursos naturales que nos quedan

Es el tiempo del cuidado de las fuentes de agua, de los bosques y de las reservas naturales. En ese propósito debe ir toda la conciencia ambiental y
todos los esfuerzos de los tolimenses.

El Tolima es un Departamento de contrastes dramáticos. Hace pocos días, antes de finalizar el año, la noticia, muy triste, fue la avalancha de la quebrada el Mono que por poco desaparece el caserío de La Virginia, en el Cañón de las Hermosas, en Chaparral. Dejó de llover y luego de pocos días de sol abrazador, ahora son los incendios forestales, producto de las altas temperaturas, los que empiezan a sorprendernos.

Y ya se empezaron a acentuar los efectos de la primera temporada seca del año. Municipios de la ribera del Magdalena como Purificación, Natagaima, El Espinal, Flandes, Ambalema y Honda, entre otros, empiezan a sentir el rigor de las altas temperaturas. Los organismos de socorro rezan y hacen esfuerzos ingentes para sofocar las llamas en los acostumbrados lugares donde, históricamente, se presentan las conflagraciones.

De acuerdo con el Ideam, la primera temporada de verano de 2020 se prolongará hasta mediados de marzo; lo que quiere decir que vendrán dos meses soleados y de muy escasas precipitaciones. Por lo tanto, se hace imperativo tomar medidas y evitar conductas que en todos estos años han resultado depredadoras de nuestro recursos naturales.

Australia, un continente rico en biodiversidad, en recursos naturales, vio como en pocos días todo se convirtió en cenizas; asistió a la más grande devastación de su historia y a la muerte de millones de especies de flora y fauna que, seguramente, no volveremos a ver sobre la tierra. Australia es el más claro ejemplo de lo que nos puede pasar si no tomamos medidas de preservación. Seguramente, muchos de esos incendios empezaron por la mano irresponsable del hombre.

Debe quedar claro: Este ya no es el tiempo de las quemas, ya no hay lugar para los pirómanos y para quienes deliberadamente consideran que quemar es sinónimo de abono para los cultivos; esa creencia está totalmente revaluada. Es el tiempo del cuidado de las fuentes de agua, de los bosques y de las reservas naturales. En ese propósito debe ir toda la conciencia ambiental y todos los esfuerzos de los tolimenses.

EL NUEVO DÍA

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