El caos del tránsito en Ibagué

El caos de algunas avenidas y calles se suma al mercado persa de la Tercera, una tarea pendiente de la administración Hurtado.

Cuando un desprevenido ciudadano se desplaza por cualquiera de las avenidas o calles de la capital tolimense, especialmente la Quinta, la Sexta o las vías del centro, se encuentra con una realidad inocultable: la inmensa cantidad de vehículos parqueados a lado y lado de las dos calzadas. Como dicen en la calle: “pareciera una ciudad sin Dios ni ley”.

Es más, da la sensación que aumentó, dramáticamente, el número de carros “abandonados” en las calles, tras los anuncios del propio alcalde Andrés Hurtado sobre las prioridades de los guardas azules con más tareas del control de tránsito que sanción a los conductores por las faltas cometidas en contra del Código Nacional de Tránsito.

Para la misma fecha del año anterior, la Secretaría de Tránsito y la Movilidad de Ibagué ya había impartido más de 700 comparendos por dejar el vehículo mal parqueado y entorpecer el tránsito en calles de la ciudad, siendo esta la mayor causa de sanciones en contra de conductores irresponsables.

Una hora de parqueadero autorizado cuesta en promedio $2 mil en el centro de la ciudad. La contravención económica por parquear en sitio prohibido corresponde a 150 veces el valor de una hora de parqueo, sin contar el pago de la grúa, el “patio” y la rabieta al ver con impotencia como se lo cargan. Esa falta de autoridad en las calles degenera en la incultura ciudadana, en la falta del sentido de pertenencia y en eso de “me vale nada dejar el carro en cualquier parte porque a mí no me sancionan y me ahorro lo del parqueo”.

El caos de algunas avenidas y calles se suma al mercado persa de la Tercera, una tarea pendiente de la administración Hurtado.

Las ciudades organizadas son mejores para vivir, son más agradables. Ya es hora de ponerle freno al desorden desmedido en las calles. Nombrar secretario de Tránsito y Movilidad en propiedad sería un buen comienzo. Seguramente, con operativos de control, con tanto conductor irresponsable, los 1.400 millones recaudados por la Secretaría en estos meses se hubiesen triplicado. Hasta ahora, en esa materia, Ibagué sí vibra, pero en el caos de la movilidad.

EL NUEVO DÍA

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