Ibagué y todos los 46 municipios restantes del Tolima podrían quedar incluidos en el régimen de las Zonas Económicas Sociales Especiales (Zese). Su propósito no es otro que atraer inversión y generar empleo en los departamentos y ciudades que ya están en ese régimen. Busca también, contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Desde el año anterior, las zonas Zese en Colombia son Norte de Santander, La Guajira, Arauca, Armenia y Quibdó.
La iniciativa de incluir a Ibagué y el Tolima en ese régimen especial la lidera, contra viento y marea, el senador Miguel Ángel Barreto y lo acompaña la bancada tolimense.
La propuesta no pudo ser más oportuna. Inclusive, porque Ibagué asciende vertiginosamente y como tren descarrilado al primer lugar nacional del desempleo. Las Zese crean las condiciones para generar nuevos puestos de trabajo, para disminuir la informalidad y disminuir el deterioro de las condiciones de vida y los altos niveles de pobreza.
Hay que decir que se benefician las sociedades comerciales que se constituyan en la Zese, dentro de los tres años siguientes a la entrada en vigencia de la ley, o las sociedades comerciales existentes constituidas bajo cualquiera de las modalidades definidas en la legislación vigente.
Deben cumplir requisitos como aumentar el 15% del empleo directo generado; tomando como base el promedio del número trabajadores vinculados durante los dos últimos años gravables anteriores al año en que inicie la aplicación de la tarifa diferencial del impuesto sobre la renta del régimen especial. La tarifa del impuesto sobre la renta aplicable a los beneficiarios será del 0% durante los primeros cinco años a partir de la vigencia y del 50% de la tarifa general para los siguientes cinco años.
Ahora viene la tarea, nada fácil por cierto, del senador Barreto de incluir a la región en las Zese. El proyecto debe surtir cuatro debates para lo cual debe convencer a su partido y a otros de otorgar esos beneficios. Luego, viene la tarea de los gobernantes de turno, quienes para hacer realidad las normas deben salir a vender el Tolima, explicando las bondades de establecerse en este territorio. Ahora que se aúnan esfuerzos para la Agencia de Inversiones, bien puede esta figura atraer a los esquivos empresarios nacionales y foráneos.
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