Lo que piensan y quieren los jóvenes

Tamaño desafío el que tienen los Gobiernos y los políticos para comunicarse con las nuevas generaciones y despertar simpatías.

El tema que más preocupa a los jóvenes colombianos es el desempleo. Así se desprende de la más reciente encuesta denominada ¿Qué piensan, sienten y quieren los jóvenes?; adelantada por la Universidad del Rosario y la firma Cifras y Conceptos. El 52% de los consultados respondieron que no tener un empleo estable o tener un empleo informal es lo que más les roba el sueño.

La encuesta consultó a jóvenes entre los 18 y 32 años edad, residentes en varias ciudades de Colombia, sobre temas diversos como la política, la economía, la percepción de la sociedad y el estilo de vida. Entre las revelaciones del estudio se destaca que la estabilidad laboral también preocupa a los jóvenes, dado que el 44% de los empleos en esta población son informales.

También preocupa a los consultados la seguridad en la ciudades y, en otro porcentaje menor, el acceso a la educación superior.

Los jóvenes colombianos encontraron en los mecanismos de protesta la mejor manera de desahogarse.

El 69% participó en las marchas de finales de 2019, el 60% en redes sociales y el 56% en los cacerolazos. Una de las principales causas de la molestia de la población joven es la corrupción, explicada en la poca o nula confianza en el Gobierno y en el Congreso. Según la encuesta, sólo el 13% confía en la Presidencia y el 12% confía en el Legislativo.

Confìan un poco más en los gobernadores, aunque solo el 23% respondió afirmativamente.

Otra revelación de la encuesta es que definitivamente ya no quieren saber nada de la política tradicional, ni de los partidos políticos; sino a través de las denuncias, manifestaciones, cacerolazos, redes sociales y los voluntariados en causas sociales.

Un dato que llamó poderosamente la atención: el 49% de los encuestados tiene mascotas y el 36% hijos; es decir, los jóvenes de esta generación se declaran, abiertamente, animalistas y no les gusta mucho la idea de ser padres.

También muestran una marcada tendencia por el medio ambiente y los recursos naturales. Se indignan cuando aparecen acciones y conductas depredadoras con estos dos temas.

Los jóvenes colombianos tienen un marcado desinterés por toda la información que tenga que ver con las instituciones del Estado. No creen en ellas.

Se informan a través de las redes sociales, en un amplio porcentaje. Tamaño desafío el que tienen los Gobiernos y los políticos para comunicarse con las nuevas generaciones y despertar simpatías.

Entonces, cuando aparecen esas campañas y esos programas dizque “incluyentes” para beneficiar a los jóvenes ¿a quién le preguntan? No sabemos.

EL NUEVO DÍA

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